FrÃo, frÃo.
Top secret. Me someten a grandes indignidades con gran desgaste fÃsico y mental por un puñado de euros que mengua, a la par que las horas extras bajan. Si hago 60 horas gano mucho, pero no vivo. Si hago 50, tampoco vivo y gano bastante menos. Si hago 40, casi que lo dejo y me pongo a cobrar paguita porque no merece la pena.
Sepa disculpar la indiscreción mi pana.
Pero de frio, frio, nada. A mi me cuadra lo dicho por mi nuero, y usted me lo corrobora con lo de las horas extras.
Si no es chapero, será algo asà como controlador, auxiliar de seguridad o alguna cosa de esas.
Pero vamos, insisto que es por curiosidad, no quiero invadir su intimidad, nada más lejos de de mi mente.
SÃ, si estuviésemos viviendo en una pelÃcula adolescente americana, pero esta moza es de la Sierra de San Vicente y allà hay otras costumbres. Es todo más pragmático. Se le llama "arreglarse", que es el acto de acordar una convivencia común entre dos solterones a los que ya no les quedan segundas oportunidades. Una especie de acuerdo para mitigar la soledad. Todo muy frÃo, las intenciones se le plantean al padre a la luz de la lumbre mientras churrasquean los torreznos en la salten. Y es la misma hija la que los sirve junto con generosas rebanadas de pan para ver las dotes domestica de la pretendida.
La salud mi pana, usted si que sabe apreciar las cosas buenas de la vida.
Usted se va a sus queaceres que a la vuelta ya tiene un cocido montañés guisado a fuego lento en la lumbre, la casa y la ropa arreglá.
Su dosis de sexo semanal reglamentario.
Los jueves dice que se va a jugar la partida en c'a el tio Domingo, pero en realidad de va con unos panas a alguna casa de luces de la nacional; ella supone, pero no quiere saber.
El domingo, se ducha, se viste bien, a misa de 12 y luego a tomar unos vinos con otros matrimonios del pueblo.
Espabile que de esas quedan pocas.
Eso si, por esa zona hace un frio del caraxo, bien que lo se.
K♂rma carpetovetónika