Pápulo perlado
Novato de mierda
- Registro
- 16 Ago 2009
- Mensajes
- 61
- Reacciones
- 0
Pues hace unos pocos años, cuando estudiaba, había un tipo que parecía salido de algun cómic patrio de la postguerra; el tío era un grandullón hijo de la grandísima puta, cuyo orondo aspecto recordaba a Obélix, de pelo grisáceo abundante y desordenado, hábitos higiénicos más que dudosos y un bigote y una perilla grotescos amarilleados por vaya usté a saber qué; en las comisuras de los labios permanentes boquerones, efectos secundarios de sus tomas de risperdal.:53
Era gracioso verlo ataviado con un grueso anorak o jersey todos los días del año. Lo que no lo era tanto es que el tío desprendía un hedor a ovejas muertas y a humedad intolerable que podía olerse a metros. (con paredes de por medio)
Los detalles mas LoLeantes son que a su lado llevaba siempre de manera "personal e intransferible" según él, un carrito de la compra destartalado y de ruedas chirriantes, donde llevaba entre los apuntes de clase, un montón de cachivaches inútiles a cada cual más absurdo y desconcertante. Además de varios libracos antiguos y mohosos que nunca leía.
En la otra mano, un paraguas largo con un mango de madera curvado que llevaba todos los dias del año lloviera o no, a modo de báculo papal :D
Era una verdadera jodienda coincidir con él en el metro porque, aparte de activar las alarmas máximas de vergüenza ajena en el pobre desafortunado con el que coincidía, su descomunal figura (sumándole el carrito y el paraguas que no sabía llevar sin incordiar al personal) ocupaba 3 o 4 personas a la redonda; el engendro en cuestión desconocía lo que era el espacio vital,te hablaba a grito pelado a dos palmos de tu jeta, terminando toda frase, palabra o sonido gutural con un babeante ¿..SsabesSh?
Y, aunque para esquivar los salivazos que al hablar saltaban de su pútrida cloaca bucal, hicieras ademanes más que evidentes para que mantuviera las distancias -y qué decir, las maneras- su mirada perdida de trisomic retard le impedía percibir el grado de incordio que representaba su acongojante presencia.
Era gracioso verlo ataviado con un grueso anorak o jersey todos los días del año. Lo que no lo era tanto es que el tío desprendía un hedor a ovejas muertas y a humedad intolerable que podía olerse a metros. (con paredes de por medio)
Los detalles mas LoLeantes son que a su lado llevaba siempre de manera "personal e intransferible" según él, un carrito de la compra destartalado y de ruedas chirriantes, donde llevaba entre los apuntes de clase, un montón de cachivaches inútiles a cada cual más absurdo y desconcertante. Además de varios libracos antiguos y mohosos que nunca leía.
En la otra mano, un paraguas largo con un mango de madera curvado que llevaba todos los dias del año lloviera o no, a modo de báculo papal :D
Era una verdadera jodienda coincidir con él en el metro porque, aparte de activar las alarmas máximas de vergüenza ajena en el pobre desafortunado con el que coincidía, su descomunal figura (sumándole el carrito y el paraguas que no sabía llevar sin incordiar al personal) ocupaba 3 o 4 personas a la redonda; el engendro en cuestión desconocía lo que era el espacio vital,te hablaba a grito pelado a dos palmos de tu jeta, terminando toda frase, palabra o sonido gutural con un babeante ¿..SsabesSh?
Y, aunque para esquivar los salivazos que al hablar saltaban de su pútrida cloaca bucal, hicieras ademanes más que evidentes para que mantuviera las distancias -y qué decir, las maneras- su mirada perdida de trisomic retard le impedía percibir el grado de incordio que representaba su acongojante presencia.