En algunos pisos al ir por el pasillo se oye el futbol en la tv del salón y a un hombre carraspear o toser. Suele ser el que te proporciona la hoja de reclamaciones en caso de disconformidad con el servicio, por favor, no dudéis en dirigiros a él en caso de queja.
Yo solo he tenido que pedir explicaciones en dos ocasiones. Una con una rumana callejera que estuve a punto de matarla, lo digo en serio, no lo hice porque se ponen en una zona que te graban con cámara los de tráfico. Pero ya me veía reventándola la cabeza a puñetazos y patadas y tirándola en un cañaveral que había allí cerca en un arroyo. Me puso muy nervioso y fui a su chulo a decirle que tuviese cuidado con esa puta porque se estaba buscando que la pegasen una paliza. Necesitaba hablar con alguien para desahogarme y el chulo me dijo que sí, que era una drogadicta y que no era suya, que estaba loca. Mentira todo, pero me sentó bien hablar con alguien y no pasarla el coche por encima cuando iba calle arriba la muy zorra.
Otra vez con una panchita teens, que estaba menstruosa y no se dejaba meter el dedo ni que se lo comiese ni a cuatro patas ni que le echase el segundo mixto. Entonces me empecé a vestir y a calzar porque ya preveía que iba a haber hostias, y mientras ella fue a llamar al mandamás del piso. Un puto panchito travelo, que me hacía cara, que no me quería devolver la mitad de lo pagado, pagué una hora y quería la mitad por mal servicio. Se pusieron todas las putas a increparme, entonces levanté un poquito la voz y di un ultimatum: o me dais el dinero, megaendioc, o me lío a hostias con todos. Me dieron una parte de lo pagado y al salir del piso me insultaron por la espalda. Aquel día estaba dispuesto a matar a aquellas putas y al travelo, lo juro.
Bueno, y una vez una china que cuando me di la vuelta para que me hiciese el correspondiente masaje entre polvo y polvo, la muy puta se levantó de la cama con la excusa de que iba a beber, y adelantó la aguja del reloj de la pared. Pero yo tengo ya el colmillo retorcido y cuando me dijo que ya se había pasado la hora se me hacía demasiado pronto y le enseñé la hora de cuando la llamé para que me abriese la puerta del portal. La amenacé con dar parte del incidente al chino del piso o la madame, y accedió a estar el tiempo reglamentario.