puto dinamometro
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Luego aparte me puse a reflexionar el sentido de la navette.
Ninguno. La lógica es probar tu arranque. Si un maloso echa a correr se entiende que debes tener ese arranque inicial solvente.
La navette va de menos a más para probar la resistencia, pero esto no se va a aplicar. Se va a aplicar que salgas cagando leches como lo hará el que trate de escapar.
No es real ni realista que un policía se ponga a correr desde las Ramblas al Vall d'Hebron detrás de un fugitivo. Van a existir esos metros de persecución en que si no se llega se va a tirar de otros elementos (comunicaciones, vehículo, etc).
Es absurdo.
Luego evidentemente otras policías locales y otros cuerpos te piden 50 metros en unos 7 segundos. Justo la distancia que yo había pensado como ideal para comprobar tu capacidad en una situación realista.
El dinamometro y cada día lo veo más claro es 80% técnica. Colocación. No es medir tu fuerza bruta. Un tío fuerte que no sabe manejarlo hará una mierda marca y un palillo enganchado a las academias de oposiciones hará 400.
Realmente lo que se necesita es fuerza para detener a alguien que se resiste, algo muy difícil si el tío está encabronao o drogado. Y si esa fuerza es medida por los brazos es más esclarecedor.
El circuito bueno, sí, lo acepto, aunque sigue siendo algo rebuscado e inoperativo, siendo el circuito de la Policía Nacional algo más sencillo y útil, o revelador.
Luego te das cuenta de que como todas las putas cosas en Cataluña siempre es una visión buenrollista.
No prima un arranque agresivo que es lo práctico aunque básico y primitivo. Prima el trabajo de fondo, lo del monitor d'esplai bonachón i "eixerit", el Kilian Jornet de turno, que es el hombre ideal según el ideario de la casta catalana. El hombre que te puede romper una costilla con el músculo pero que no lo hará por su corazón. Además reina el síndrome Patrick Kluivert: todo plástico, bello, aparente, complicado, pero con un fondo vacío que no cumple pragmáticamente.
El dinamometro es la misma lectura. No vale el toro, pues el toro asusta. Vale el que echa horas y encuentra la manera de parecerse al toro actuando como una hormiga.
Este post es toda una genialidad digna de alguien con una capacidad de análisis excelente. Como el mundo está lleno de mediocres pensaréis que es una simple paranoia de un gilipollas.
Eppur si muove.
Ninguno. La lógica es probar tu arranque. Si un maloso echa a correr se entiende que debes tener ese arranque inicial solvente.
La navette va de menos a más para probar la resistencia, pero esto no se va a aplicar. Se va a aplicar que salgas cagando leches como lo hará el que trate de escapar.
No es real ni realista que un policía se ponga a correr desde las Ramblas al Vall d'Hebron detrás de un fugitivo. Van a existir esos metros de persecución en que si no se llega se va a tirar de otros elementos (comunicaciones, vehículo, etc).
Es absurdo.
Luego evidentemente otras policías locales y otros cuerpos te piden 50 metros en unos 7 segundos. Justo la distancia que yo había pensado como ideal para comprobar tu capacidad en una situación realista.
El dinamometro y cada día lo veo más claro es 80% técnica. Colocación. No es medir tu fuerza bruta. Un tío fuerte que no sabe manejarlo hará una mierda marca y un palillo enganchado a las academias de oposiciones hará 400.
Realmente lo que se necesita es fuerza para detener a alguien que se resiste, algo muy difícil si el tío está encabronao o drogado. Y si esa fuerza es medida por los brazos es más esclarecedor.
El circuito bueno, sí, lo acepto, aunque sigue siendo algo rebuscado e inoperativo, siendo el circuito de la Policía Nacional algo más sencillo y útil, o revelador.
Luego te das cuenta de que como todas las putas cosas en Cataluña siempre es una visión buenrollista.
No prima un arranque agresivo que es lo práctico aunque básico y primitivo. Prima el trabajo de fondo, lo del monitor d'esplai bonachón i "eixerit", el Kilian Jornet de turno, que es el hombre ideal según el ideario de la casta catalana. El hombre que te puede romper una costilla con el músculo pero que no lo hará por su corazón. Además reina el síndrome Patrick Kluivert: todo plástico, bello, aparente, complicado, pero con un fondo vacío que no cumple pragmáticamente.
El dinamometro es la misma lectura. No vale el toro, pues el toro asusta. Vale el que echa horas y encuentra la manera de parecerse al toro actuando como una hormiga.
Este post es toda una genialidad digna de alguien con una capacidad de análisis excelente. Como el mundo está lleno de mediocres pensaréis que es una simple paranoia de un gilipollas.
Eppur si muove.