A ver si te crees que los de allí no saben que lo es. Claro que lo saben, joder, ellos sí saben de qué va el negocio. Saben que en su mayoría no venden arte, sino productos a los que arbitrariamente se les ha dotado del aura del arte y de una cifra de muchos ceros, y venderlos es su negocio. Les suda la polla todo, están por la pasta, saben que venden mierda y no tienen empacho en hacerlo, sobre todo cuando tras la feria cuentan billetes por docenas. Lo que no harán nunca será decirlo frente a las cámaras, ni siquiera frente a otros. Hay un pacto tácito entre ellos por el cual todos juegan al mismo juego de soltar el discurso del arte moderno, y todos van con la máscara puesta y entre máscaras, falsedad e hipocresía siguen haciendo que la rueda gire, que es de lo que se trata.