1984 reload rebuznó:
Dicho así suena concluyente pero creo que más que musculo lo que nos falta es voluntad (entiendase como concepto nietszcheyano y blao blao), eso si que lo perdimos hace tiempo y ha sido el "cerebro" compuesto por progres de la piruleta y oligarcas en busca del Siervo de la gleba 2.0 el que nos ha castrado.
Es que esa falta de voluntad junto a la falta de otros valores llegó a todos los individuos. Y todo el brutal adoctrinamiento de los últimos 20 (?) años ha perforado el cerebro de todo Cristo esté en la posición que esté. No solo el de los gilipollas progres. También el del político que dirige a la Policía, el del hombre que físicamente es policía o el del cani de L'Hospitalet que tiene o tendría que aportar para preservar el entorno de la forma en que debe hacerlo él personalmente.
Y de paso decirte que tú no tienes que cambiar. Tú también eres necesario dentro del esquema. Un ser que trabaja, presiento que bastante formado y cualificado, sin causarle nunca daños de ningún tipo a la sociedad y que cuando hagamos las cuentas nos dará que ha aportado positivamente en su conjunto. El problema es que ya no hay de lo "otro". Y es complicado aceptar que la basura nacional es necesaria, pero es necesaria.
Esta es la conversación telefónica que mantenía un inmigrante senegalés afincado en España con un paisano suyo asentado en Senegal en 1991:
- Hola Kunta, ¿qué tal te va por Barcelona?.
- Bien, Kinte. Aunque algo jodido.
- ¿Y eso?.
- Pues sucede que ayer noche andaba yo por el paseo Lluís Companys cuando de repente aparecieron unos... bien, lo que se llama aquí skins. Me estoy refiriendo a una panda de subnormales españoles, de 18 a 30 años, con la cabeza afeitada, que a la que ven a un inmigrante negroide como yo le arrean lo suyo.
- ¿Y te dieron mucho?.
- Bueno, si lo comparas con el mes pasado en el que varios me abrieron la cabeza con una cadena, pues no. Pero lo cierto es que hay que acostumbrarse, ya que en estos seis meses que llevo en España he tenido problemas con ellos siete u ocho veces.
- Vaya, ¿y hay muchos?
- Hay, hay. Hay bastantes. Hay los suficientes como para que me plantee tirar hacia París. Conozco a tres africanos más y todos pasaron por lo mismo.
- Pues no parece muy recomendable que me pase por España, tenía pensado que quizá podía vivir allí, pero lo que explicas...
- Si quieres seguir mi consejo, hamijo negro, quédate en tu casa.
- Por cierto. Las españolas, ¿qué tal?.
- Hombre, pues son blancas. O mucho más blancas que las nuestras (andaluzas aparte), luego partiendo de esa base ya se advierte que están más buenas que nuestras simias patrias...
- ....¿Pero?
- Pero nada... tío. Ni te miran. Eres invisible totalmente para ellas. Aquí partimos de la base de que realizamos trabajos poco atractivos de cara a la mente femenina, como vender relojes de 300 pesetas en la playa, vender latas de Coca-Cola en la playa o vender llaveros en la playa. Para colmo somos totalmente ignorados en los medios, llámale revista Vogue o llámale el programa televisivo de moda. No es que no seamos ejemplo -que no lo somos- sino que ni salimos en la foto.
- Comprendo. Bien, Kunta, en ese caso te comunico que abandono cualquier intención de tirar hacia la tierra de Torbe.
- Te entiendo a la perfección.
- Adiós, tengo que colgar mi piedramóvil.
- Adiós, hijo de puta.
Esta es la conversación telefónica que manteniene un inmigrante senegalés afincado en España con un paisano suyo asentado en Senegal en 2012:
- Hola Kunta, ¿qué tal te va por Barcelona?.
- Bien, Kinte. De putísima madre.
- ¿Y eso?.
- Mira, pues hoy mismo he ido a llorar a una oficina y me han regalado una vivienda.
- ¿Qué bien no?
- Sí, por supu. También ha caído un buen lote de Cola-Cao, media docena de cartones de leche y tickets para que me den el pan todo el mes.
- Y todo esto supongo que sin trabajar, como es tu costumbre, ¿verdad?.
- Esa duda me ha ofendido.
- Bien. ¿Y las españolas qué?.
- Fantásticamente bien. Solo es necesario badoolear un poco o acudir a alguna discoteca exclusiva de "follanegros" (suelen haber unas cuantas en cada ciudad) y esas marranas te la maman toda la noche como si de un niño con su piruleta se tratara.
- Vaya yo t...
- Shhh... silencio, que no he acabado. Eso no es todo. Hay más.
- Ok. Sigue.
- No solo eso, sino que las zorritas treintañeras también pueden suponer un rédito. No solamente es que España te mantiene sin dar palo al agua, sino que estas perras como les hagas un poco de caso y las trates como tú y yo sabemos te meten en su casa y a vivir la vida, que tienes comida y cama asegurada.
- Kunta, creo que te voy a colgar y me voy a poner a hacer las maletas rumbo a Madrid a la de ya.
- Te entiendo. Te entiendo. Aquí la vida es maravillosa. No hay otro lugar en el que nuestros cortos cerebros africanos puedan obtener mayor rendimiento.
- Pues lo dicho, cuelgo. ¿Qué ropa meto? ¿Hace frío allí?.
No hay más camino, 1984. Es el camino de 1991 o el camino de 2012. Y yo lo tengo clarísimo.