Coño, si todo fue como dices tela marinera, porque yo me acojoné vivo
Da palo ponerse a teclear ahora, joder
Bueno mi historia es más lamentable porque voy a quedar como un gañán, pero ahi va
Hace unos diez años, yo tenía unos 18, 19. Era una noche de septiembre, es lo único que recuerdo.
Me encuentro a una zorrita gitana del barrio que está tremendísima, no en plan guarro, a ver sí en plan guarro porque como toda gitana es un ser inferior, pero un pelazo moreno, una cinturita de palmo con un culo como dos cerezas, tremenda. Va con su novio, un tipo que al parecer, bueno no al parecer, es, es uno de los cabecillas de los Boixos Nois, una pinta de presidiario que flipas, perilla, fuerte, voz cazallosa y repugnante, tatuajes, unos 30 años
Me dice la zorrita que si quiero comprar droja entre los tres, yo por seguir viendo su culo aquella noche le digo que sí
Vamos a la casa del pelao este, si se le puede llamar casa a eso, porque era un zulo en los sótanos de una calle que hay pegada al Camp Nou
Hasta entonces su comportamiento es correcto, en un momento dado pregunta si quiere que compramos a medias una botella de ron, cojo mis últimas perrillas y voy con su novia a la gasolinera
Volvemos, y de repente al verlo suelta una mirada de bulldog. Nos empieza a decir que nos hemos liado, le digo que no, se pone super violento, empieza a darle patadas a todo, me dice que me pire, gracias a Dios, porque ya estaba mosca desde hace rato y deseaba, deseaba pirarme de alli pero ya, humillado, además seguramente todo eso estaba preparado para que los dos hijos de puta se bebieran mi, o nuestro, ron
Salgo de alli, y al llegar a un parque, veo que no tengo tabaco. Me lo había dejado alli. Y noto algo más, mi orgullo. Mi orgullo de macho andaba herido, estaba tocado, le faltaba algo, había una espina clavada
Miro hacia atrás, me armo de valor, y me digo a mi mismo: "Ese hijo de puta me va a devolver el tabaco"
La puerta principal, recuerdo que estaba abierta, sorprendentemente
Bajo, toco su puerta con la mano porque alli no había ni timbre. Me abre ella, me dice que lo siente y bla, le digo que me de el tabaco, ella de un chillido desde la puerta le responde cuando él pregunta quien hay, que soy yo y que le de el tabaco, desde esa posición a él no lo veía pero escucho de nuevo esa voz cazallosa que dice:
- Lo voy a matar...
En cuanto menos me lo espero veo al hijo de puta correr hacía mi con una pistola y en el camino quitarle el seguro, me aparto y ella se pone enmedio tratando de cerrar la puerta para evitar un disparo
Se tranquiliza, le digo que solo quiero mi tabaco, va a por él, me dice
"Toma tu tabaco", me lo lanza al pecho, y de un portazo cierra
Volví a casa cual Calimero, triste y desamparado y aprendiendo que tengo menos valor del que pensaba
