A sus pieses.
En un trabajo anterior había un elemento que se comía y bebía todo, en especial lo que no era suyo, que habia en una nevera para los empleados.
Durante una semana otro y yo le quitamos su almuerzo y se lo cambiamos por sándwiches de paté de gato. Y si no le hubieran avisado aún estaría zampando los sandwiches.
Ya lo conté hace tiempo, pero lo recupero.
Hace tiempo servicios sociales, como no, metió las narices en nuestro trabajo. Primero no colocarón exludopatas, exalcoholicos y exdrogadictos. No eran malos y hacian lo que podian. Pero no molestaban.
Al año siguiente decidieron colocarnos gitanos. Como en el caso anterior, sin pasar pruebas fisicas y cobrando mas que nosotros. Y a diferencia del caso anterior, estos si causaron problemas.
Dejabamos las mochilas a la sombra de cualquier pino sin problemas, y alli estaba todo a la hora del bocadillo o de irnos. De como entraron estos, empezaron los problemas. Al recogerlos de camino al trabajo iban con las manos en los bolsillos. Ni mochila, ni agua, ni bocadillo..... Nada. Eso si, de nuEstras mochilas desaparecian los bocadillos, te encontrabas con la botella del agua por la mitad, sin la lata de coca cola, te faltaba dinero de la cartera..... Los cabrones, como no hacian nada, mas que pasearse por el monte, e ir a cagar, que cagaban siete veces, pues aprovechaban para darnos el palo.
Al final se nos inflaron las pelotas y dejamos en el coche todo escondido. Solo una mochila llevaba agua, donde nos habiamos meado todos, y un bocadillo donde habíamos restregado la mierda de un compañero. Un gitano se fue a cagar y otro compañero vigilaba las mochilas. Aparecio sogiloso y rebuscó una por una hasta que dio con el bocadillo. Lo abrió y comenzó a comerselo. En esas aparecimos nosotros y le llamamos la atencion. Se puso flamenco de mas y riendonos le digimos que lo abriera. Mosqueado lo hizo y vio que el chorizo llevaba premio.
Empezó a insultar y amenazar sin conocimiento. Un compañero le dio la botella del agua y se la bebio en dos tragos. Para hacer mas sangre, se le dijo lo que se habia bebido. No lloró por verguenza. Hizo el amago de tirarse a por nosotros dos o tres veces, pero allí estabamos todos con las azadas en la mano y fue listo.
Dos dias despues los de servicios sociales querian denunciarnos y que se nos despidiera