Precisamente el síndrome de alienación lo están eliminando, porque ya sabemos todos quién es la que lo ejerce normalmente:
El Congreso de los Diputados acaba de aprobar un Proyecto de Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia1 (15.04.2021). En su nuevo artículo 10 bis III ordena: “3. Los poderes públicos tomarán las medidas necesarias para evitar que planteamientos teóricos o criterios sin aval científico que presuman interferencia o manipulación adulta, como el llamado síndrome de alienación parental, puedan ser tomados en consideración".
En mi caso, tras seis meses sin ver a mi hija, es al contrario. Cuando la llama por teléfono, literalmente berrea y cuando se la he tenido que entregar, parece que va al mismo infierno. De hecho, he tratado en dos meses que la situación mejorara, porque a nadie beneficia, y algo he conseguido en ese aspecto, porque ya, al menos, no grita cuando la llama. Preguntaréis porqué intento que la niña tenga una relación medianamente normal con su madre, pues simplemente, no quiero que sea una tarada cuando crezca, como su madre.
Esto es lo de siempre, ellas pueden hacer lo que les salga del parrús sin represalias, pero nosotros tenemos la viogén.
Por otra parte, nunca escatiméis gastos en abogados. Gastad como si no hubiera mañana. Si no hubiese sido por los abogados, podría haber acabado bastante jodido y, sin embargo, he salido bien parado. Buscad el más caro, el mejor que podáis, ni lo penséis dos veces. Luego los juzgados, como todo en esta vida, son un mundo aparte, carentes de lógica y un "no lo notificaron en tiempo y forma" os ahorra un juicio; un "dale seis más" te ahorra cuarenta. No lo dudéis. Todo aquel que crea que existe posibilidad de llegar a un divorcio, que primero vaya a un abogado, le presente su situación y le pague por la consulta, que luego vienen los lloros.