Barón Mordo
Asiduo
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Un amigo mío acaba de divorciarse. Todo correcto, en principio, a su mujer le hizo tilín uno del curro de ella y quiso dejarlo todo (le echó la culpa a mi colega de que era responsabilidad de él por no estar pendiente de ella, todo mentiras, que el tipo era super detallista y cariñoso). Larva de 10 años, un piso que lo pagó íntegro él aunque lo puso a nombre de los dos, ahorros, dos coches y la pequeña empresa de él, con un bajo, dos garajes, dos fragonetas, materiales y bueno, dos empleados en nómina aparte de él.
Pues como el proceso era "amistoso", él fue a firmar el convenio sin abogado al despacho de la abogada de ella. Él todavía la quiere, y la tenía en un pedestal. La violación anal que sufrió el pobre mongolo ha sido épica. El acuerdo de reparto ha quedado así: el piso, para ella (nada de hasta que la larva cumpla la mayoría de edad, para ella y punto); los ahorros, para ella; y quería la mitad de la empresa, que aquí fue donde mi colega hizo masa y se negó a hipotecar su medio de vida, que había pagado y construido con su esfuerzo exclusivamente. Dice que el acoso y presiones que sufrió por el equipo de abogados de la mujer, que estaba sentada hierática como una esfinge mientras veía como despedazaban y amenazaban al pobre infeliz, padre de su única hija, fueron brutales. Sin ahorrarse amenazas de que si no firmaba todo se le pondría muuy cuesta arriba la relación futura con su hija. Al final al parecer simplemente entró en bucle de solo repetir que lo demás lo que quisieran, pero que la empresa no no no, y la salvó. La custodia de la niña, para la madre, por supuesto. 400 pavos creo que le tiene que pasar al mes por la cría. Y nada, viviendo de alquiler para estrenar próximamente la entrada en los 50.
Pues como el proceso era "amistoso", él fue a firmar el convenio sin abogado al despacho de la abogada de ella. Él todavía la quiere, y la tenía en un pedestal. La violación anal que sufrió el pobre mongolo ha sido épica. El acuerdo de reparto ha quedado así: el piso, para ella (nada de hasta que la larva cumpla la mayoría de edad, para ella y punto); los ahorros, para ella; y quería la mitad de la empresa, que aquí fue donde mi colega hizo masa y se negó a hipotecar su medio de vida, que había pagado y construido con su esfuerzo exclusivamente. Dice que el acoso y presiones que sufrió por el equipo de abogados de la mujer, que estaba sentada hierática como una esfinge mientras veía como despedazaban y amenazaban al pobre infeliz, padre de su única hija, fueron brutales. Sin ahorrarse amenazas de que si no firmaba todo se le pondría muuy cuesta arriba la relación futura con su hija. Al final al parecer simplemente entró en bucle de solo repetir que lo demás lo que quisieran, pero que la empresa no no no, y la salvó. La custodia de la niña, para la madre, por supuesto. 400 pavos creo que le tiene que pasar al mes por la cría. Y nada, viviendo de alquiler para estrenar próximamente la entrada en los 50.