Aquello es como un colador. Inexplicablemente siempre se sabe todo, pero claro, un tío que haya entrado por un poco de droga o por robar en una tienda no es comidilla. Al final se termina sabiendo porque joder, el tío lo cuenta, o tiene un colega de un colega de un colega que se lo dice a otro colega y al final todo el mundo se entera. Ahora bien, si el que entra es por algo gordo o es un personaje importante del mundo del hampa, se sabe antes de que pise patio el interfecto. ¿Los bokis mismos lo largan? Bastantes veces, sí. No es que se pongan en mediol patio con un megáfono, simplemente se lo dicen al que saben que va a tardar décimas de segundo en propagarlo por la galería y yastá.
Como ya conté antes, los pedrófilos por ejemplo la llevan clara, a estos les esperan haciéndoles el corrillo, vamos.