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- 22 Feb 2009
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Hace mucho tiempo que quería hacer este post. Antes que nada, una pequeña introducción. Se acerca el verano y como si fuera un síntoma de una gripe de idiotez colectiva, de repente muchas parejas deciden dar el paso.
Es la época. Estrella Damm saca la infinitésima versión de su anuncio de mierda para que los subnormales barsalunins puedan saber dónde tienen que pasar sus vacaciones. Música cool, parajes bucólicos de días soleados y arena fina, parejas jóvenes que se quieren mucho.
Es suficiente.
Los que ya estén casados, que salgan del hilo.
Cuando ves cómo se organizan todos esos bodorrios y lo que esperan de ti, no hay duda.
Te invitan para cobrarte un IMPUESTO REVOLUCIONARIO. Calculan la gente que irá y cuántas ganancias acumularan aproximadamente para saber qué harán con tanta pasta. La entrada del piso, un parking, el baño nuevo, los muebles, un monovolumen de cara a los críos. Todo a costa de los invitados, que encima les pondrán buena cara y les felicitarán por tener el ilustre honor de haber sido atracados por esa pareja de imbéciles. Algunos de ellos ya incluyen el número de cuenta en la tarjeta donde te "invitaban" a la boda.
Este verano, tirando por lo bajo, ya tengo que pagar unos impuestos de 1600 pavos a esos subnormales que dicen ser mis colegas. Evidentemente los tengo porque no soy un puto pobre pero no me da la gana de derrocharlos, así que he sido muy sincero con ellos. Saben que no voy a soltar ni un céntimo aunque vaya, cosa que aún no tengo clara si haré.
Quizás es que soy raro, pero yo si algún día me casara y quisiera compartir la peor decisión de mi vida con la gente a la que aprecio los INVITARÍA a la fiesta, sin cobros ni cargos añadidos. Si yo llamo a mis colegas y les digo "os invito a comer a mi casa el sábado", ninguno de ellos esperará que al final les cobre el plato. Por lo tanto, o mandamos una carta a la RAE para que redefina la palabra "INVITAR", o cuando celebréis una de vuestras putas bodas de mierda invitáis a la gente que podáis y donde podáis. Y si no podéis, pues los invitáis a una barbacoa.
Se ha llegado a dar el caso de novios indignados llamándome a MI CASA de noche para saber los motivos del no ingreso a la cuenta de los Impuestos Revolucionarios pertinentes. En aquél momento estallé y perdí la cabeza, me imaginé a esa puta de mierda haciendo números en una libretita de Hello Kitty mientras el mongol que solía ser mi amigo al que tiene secuestrado hacía zapping en la tele, a su lado, asistiendo impávido a mi desvalijamiento sin abrir la boca. Recorriendo la lista de invitados con un dedo acusador para hacer balance de quien había pagado y qué cantidad, marcando una cruz al lado de mi nombre, sentenciándome al ostracismo eterno. Tuve que colgar yo porque la muy zorra esperaba que me retractara por mi insolidaridad, "un momento, fue un descuido, ahora voy a hacer el ingreso". La sensación de ser fiscalizado, tratado como un puto contribuyente que falta al pago de sus impuestos.
Sé que incluso hay colegas que querían invitarme y que al final no lo han hecho porque a sus novias les llegaron voces sobre mi discurso acerca de los impuestos revolucionarios. Tíos cojonudos, racionales pero armados de buen humor, tipos listos e ilusionados, colegas que entrenaron conmigo, amigos de toda la vida que teníamos las mismas aficiones y con los que dijimos que de mayores viajaríamos para conocer el mundo, que empujados por la maldición divina se vieron obligados a correr detrás de una falda-trampa y sucumbieron al beso letal de la mujer araña. Que encerrados en su diminuta telaraña de mierda no son capaces de ver la catástrofe en la que se les está conviertiendo la vida. Lentamente el mundo en el que viven se vuelve cada vez más pequeño y por si no fuera suficiente con eso, todo lo que son capaces de articular mientras la muy puta de su novia atraca a sus colegas es decir "por favor, he tenido un día muy cansado, por lo menos ocúpate tú de esto. Déjame estar tranquilo con mi tele, con mi programa de mierda, y no diré nada, sólo quiero descansar".
Pues dejad que os diga algo a todos los que os vais a casar, sois todos una panda de hijos de puta que habéis hipotecado vuestra vida hasta el final de vuestros días. Hasta la última comida que degustéis, el último polvo que echéis, el último suspiro que exhaléis en esta tierra estará controlado y supervisado por una mongola que os tiene cogidos por los huevos. Felicidades, sois los cucos encargados del mantenimiento de su nido. Y me parece bien. Pero no esperáis que yo sea partícipe de esta farsa a la que llamáis amor, no con mi dinero.
Si despertáis de vuestro sopor ya sabéis dónde podéis encontrarme.
Es la época. Estrella Damm saca la infinitésima versión de su anuncio de mierda para que los subnormales barsalunins puedan saber dónde tienen que pasar sus vacaciones. Música cool, parajes bucólicos de días soleados y arena fina, parejas jóvenes que se quieren mucho.
Es suficiente.
![hitlerangry3.png](https://i1136.photobucket.com/albums/n489/junkels77/rnd/hitlerangry3.png)
Los que ya estén casados, que salgan del hilo.
![hitlerangry2.png](https://i1136.photobucket.com/albums/n489/junkels77/rnd/hitlerangry2.png)
Cuando ves cómo se organizan todos esos bodorrios y lo que esperan de ti, no hay duda.
![atraco.jpg](https://2.bp.blogspot.com/-KlaMVAepZZ8/TWYrExnCoTI/AAAAAAAAAHU/XYEm5N83eHM/s1600/atraco.jpg)
Te invitan para cobrarte un IMPUESTO REVOLUCIONARIO. Calculan la gente que irá y cuántas ganancias acumularan aproximadamente para saber qué harán con tanta pasta. La entrada del piso, un parking, el baño nuevo, los muebles, un monovolumen de cara a los críos. Todo a costa de los invitados, que encima les pondrán buena cara y les felicitarán por tener el ilustre honor de haber sido atracados por esa pareja de imbéciles. Algunos de ellos ya incluyen el número de cuenta en la tarjeta donde te "invitaban" a la boda.
Este verano, tirando por lo bajo, ya tengo que pagar unos impuestos de 1600 pavos a esos subnormales que dicen ser mis colegas. Evidentemente los tengo porque no soy un puto pobre pero no me da la gana de derrocharlos, así que he sido muy sincero con ellos. Saben que no voy a soltar ni un céntimo aunque vaya, cosa que aún no tengo clara si haré.
Quizás es que soy raro, pero yo si algún día me casara y quisiera compartir la peor decisión de mi vida con la gente a la que aprecio los INVITARÍA a la fiesta, sin cobros ni cargos añadidos. Si yo llamo a mis colegas y les digo "os invito a comer a mi casa el sábado", ninguno de ellos esperará que al final les cobre el plato. Por lo tanto, o mandamos una carta a la RAE para que redefina la palabra "INVITAR", o cuando celebréis una de vuestras putas bodas de mierda invitáis a la gente que podáis y donde podáis. Y si no podéis, pues los invitáis a una barbacoa.
Se ha llegado a dar el caso de novios indignados llamándome a MI CASA de noche para saber los motivos del no ingreso a la cuenta de los Impuestos Revolucionarios pertinentes. En aquél momento estallé y perdí la cabeza, me imaginé a esa puta de mierda haciendo números en una libretita de Hello Kitty mientras el mongol que solía ser mi amigo al que tiene secuestrado hacía zapping en la tele, a su lado, asistiendo impávido a mi desvalijamiento sin abrir la boca. Recorriendo la lista de invitados con un dedo acusador para hacer balance de quien había pagado y qué cantidad, marcando una cruz al lado de mi nombre, sentenciándome al ostracismo eterno. Tuve que colgar yo porque la muy zorra esperaba que me retractara por mi insolidaridad, "un momento, fue un descuido, ahora voy a hacer el ingreso". La sensación de ser fiscalizado, tratado como un puto contribuyente que falta al pago de sus impuestos.
Sé que incluso hay colegas que querían invitarme y que al final no lo han hecho porque a sus novias les llegaron voces sobre mi discurso acerca de los impuestos revolucionarios. Tíos cojonudos, racionales pero armados de buen humor, tipos listos e ilusionados, colegas que entrenaron conmigo, amigos de toda la vida que teníamos las mismas aficiones y con los que dijimos que de mayores viajaríamos para conocer el mundo, que empujados por la maldición divina se vieron obligados a correr detrás de una falda-trampa y sucumbieron al beso letal de la mujer araña. Que encerrados en su diminuta telaraña de mierda no son capaces de ver la catástrofe en la que se les está conviertiendo la vida. Lentamente el mundo en el que viven se vuelve cada vez más pequeño y por si no fuera suficiente con eso, todo lo que son capaces de articular mientras la muy puta de su novia atraca a sus colegas es decir "por favor, he tenido un día muy cansado, por lo menos ocúpate tú de esto. Déjame estar tranquilo con mi tele, con mi programa de mierda, y no diré nada, sólo quiero descansar".
Pues dejad que os diga algo a todos los que os vais a casar, sois todos una panda de hijos de puta que habéis hipotecado vuestra vida hasta el final de vuestros días. Hasta la última comida que degustéis, el último polvo que echéis, el último suspiro que exhaléis en esta tierra estará controlado y supervisado por una mongola que os tiene cogidos por los huevos. Felicidades, sois los cucos encargados del mantenimiento de su nido. Y me parece bien. Pero no esperáis que yo sea partícipe de esta farsa a la que llamáis amor, no con mi dinero.
Si despertáis de vuestro sopor ya sabéis dónde podéis encontrarme.
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