Tirao
Veterano
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Bueno, pues como me aburría antes de cenar, suelto mi megarrollo. Allá voy:
Todas estas mierdas de legitimidad democrática, referendums y demás, son payasadas. Son brindis al sol y discutir el sexo de los ángeles. Lo que se vive aquí, y se lleva viviendo desde hace décadas, es la lucha de unas élites políticas que luchan por el control de un territorio. Y lo hacen no solo bordeando la ley, sino meándose en ella, como hace la Generalitat cada vez que desde Madrit le dicen que tiene que hacer algo que no le gusta.
Las élites políticas catalanas tienen la sartén por el mango porque los políticos nacionales han jugado a corto plazo mientras ellos jugaban a largo. Piano, piano. A esas élites no les importa si el pueblo catalán va a vivir mejor o peor; ni siquiera si su tejido empresarial económico va a salir ganando o perdiendo. Buscan el poder absoluto que se obtiene al controlar no una CCAA de mierda, sino todo un país. Menudo bocado.
¿Es Cataluña viable como estado independiente? Coño, claro. Lo es Malta, o Chipre. Cualquier mierda de territorio es viable como estado independiente. Esa no es la pregunta correcta.
¿Qué ganan los catalanes con la independencia? Esa es la pregunta.
Y lo que ganan los catalanes, esto es, los ciudadanos, las clases medias y los empresarios, es nada. No solo no ganan nada, sino que pierden muchísimo. A Cataluña lo que le interesa de verdad, es seguir siendo la niña bonita tocahuevos del país. Estar permanentemente con el chantaje y la amenaza de que la monto y me voy, para seguir atrayéndose inversiones, como lo fueron los Juegos del 92 y todas las infraestructuras que se construyeron, o la producción audiovisual que se produce para TVE en Cataluña, por decir dos cosas.
En Cataluña se vive con el espejismo onanista de que con lo que les roba Madrit, serían millonarios. Cuando comprueben lo que cuesta sostener un estado en solitario y las consecuencias de la independencia, el morrazo va a ser histórico.
El otro día tuve la desgracia de toparme con un Telediario, y salía el inefable Mas comparando una posible Cataluña independiente con Austria. Nada menos. "Austria es un país pequeño, pero sus ciudadanos viven bien". Es para partirse la polla.
A parte de las élites políticas, Cataluña en su conjunto, ciudadanos y empresarios, lo único que van a ganar con la independencia es poder hacerse pajas con la estelada. Pero pajotes bien a gusto, escuchando el himno en las competiciones deportivas y soñándose Dinamarca u Holanda. A cambio, y para sorpresa suya, se empobrecerán. Y mucho. Porque el principal mercado catalán es el resto de España y estos divorcios siempre acaban a hostia limpia. El famoso boicot.
Cataluña no será nunca Dinamarca, Holanda o Austria, porque aunque se cambie de nombre, son tan españoles como el resto. Su política está tan podrida y es tan corrupta como la del resto, su administración es aún peor que la del resto de CCAA: es gigantesca, sobrepagadísima y tremendamente ineficiente. El rentismo campa a sus anchas en Cataluña, como en el resto del país, y tiene una de las burbujas inmobiliarias más grandes. Cataluña no se parece a Holanda o Austria ni en el mear, y eso no se cambia, porque habría que vaciarla de catalanes y llenarla de austriacos. Es como tratar de convertir Colombia en Canadá: imposible.
Internacionalmente, con esto de las pajas con la estelada, a los catalanes les va a tocar sufrir. Pasarán generaciones antes de que nadie, en el mundo exterior, se entere de que no son españoles. Si el ciudadano USA medio piensa que España está debajo de México, cuando alguien le hable de Catalonia va a pensar que le están contando la marca de un champú. Se van a pasar la vida de puntillas, sacando pecho, tratando de que alguien los ubique en el mapa, mientras los confunden constantemente con españoles.
Como sea, yo estoy convencido de que la independencia es simple cuestión de tiempo. Y aunque se empobrezcan, jamás lo reconocerán. Tampoco habrá vuelta atrás. Eso no sucede nunca. Para el español de a pie, no supondrá ninguna diferencia. A día de hoy irse a vivir a Cataluña no supone ninguna diferencia con hacerlo en Francia: tus hijos estudiarán y hablarán en un idioma que no es el tuyo, y tu mismo, como profesional, no tienes posibilidad de trabajar sin el catalán.
Y que quieren que les diga. Entre irse a Francia, o irse a Cataluña, yo no tendría ninguna duda. Los primeros son europeos de verdad. Los segundos sólo sueñan que lo son.
Todas estas mierdas de legitimidad democrática, referendums y demás, son payasadas. Son brindis al sol y discutir el sexo de los ángeles. Lo que se vive aquí, y se lleva viviendo desde hace décadas, es la lucha de unas élites políticas que luchan por el control de un territorio. Y lo hacen no solo bordeando la ley, sino meándose en ella, como hace la Generalitat cada vez que desde Madrit le dicen que tiene que hacer algo que no le gusta.
Las élites políticas catalanas tienen la sartén por el mango porque los políticos nacionales han jugado a corto plazo mientras ellos jugaban a largo. Piano, piano. A esas élites no les importa si el pueblo catalán va a vivir mejor o peor; ni siquiera si su tejido empresarial económico va a salir ganando o perdiendo. Buscan el poder absoluto que se obtiene al controlar no una CCAA de mierda, sino todo un país. Menudo bocado.
¿Es Cataluña viable como estado independiente? Coño, claro. Lo es Malta, o Chipre. Cualquier mierda de territorio es viable como estado independiente. Esa no es la pregunta correcta.
¿Qué ganan los catalanes con la independencia? Esa es la pregunta.
Y lo que ganan los catalanes, esto es, los ciudadanos, las clases medias y los empresarios, es nada. No solo no ganan nada, sino que pierden muchísimo. A Cataluña lo que le interesa de verdad, es seguir siendo la niña bonita tocahuevos del país. Estar permanentemente con el chantaje y la amenaza de que la monto y me voy, para seguir atrayéndose inversiones, como lo fueron los Juegos del 92 y todas las infraestructuras que se construyeron, o la producción audiovisual que se produce para TVE en Cataluña, por decir dos cosas.
En Cataluña se vive con el espejismo onanista de que con lo que les roba Madrit, serían millonarios. Cuando comprueben lo que cuesta sostener un estado en solitario y las consecuencias de la independencia, el morrazo va a ser histórico.
El otro día tuve la desgracia de toparme con un Telediario, y salía el inefable Mas comparando una posible Cataluña independiente con Austria. Nada menos. "Austria es un país pequeño, pero sus ciudadanos viven bien". Es para partirse la polla.
A parte de las élites políticas, Cataluña en su conjunto, ciudadanos y empresarios, lo único que van a ganar con la independencia es poder hacerse pajas con la estelada. Pero pajotes bien a gusto, escuchando el himno en las competiciones deportivas y soñándose Dinamarca u Holanda. A cambio, y para sorpresa suya, se empobrecerán. Y mucho. Porque el principal mercado catalán es el resto de España y estos divorcios siempre acaban a hostia limpia. El famoso boicot.
Cataluña no será nunca Dinamarca, Holanda o Austria, porque aunque se cambie de nombre, son tan españoles como el resto. Su política está tan podrida y es tan corrupta como la del resto, su administración es aún peor que la del resto de CCAA: es gigantesca, sobrepagadísima y tremendamente ineficiente. El rentismo campa a sus anchas en Cataluña, como en el resto del país, y tiene una de las burbujas inmobiliarias más grandes. Cataluña no se parece a Holanda o Austria ni en el mear, y eso no se cambia, porque habría que vaciarla de catalanes y llenarla de austriacos. Es como tratar de convertir Colombia en Canadá: imposible.
Internacionalmente, con esto de las pajas con la estelada, a los catalanes les va a tocar sufrir. Pasarán generaciones antes de que nadie, en el mundo exterior, se entere de que no son españoles. Si el ciudadano USA medio piensa que España está debajo de México, cuando alguien le hable de Catalonia va a pensar que le están contando la marca de un champú. Se van a pasar la vida de puntillas, sacando pecho, tratando de que alguien los ubique en el mapa, mientras los confunden constantemente con españoles.
Como sea, yo estoy convencido de que la independencia es simple cuestión de tiempo. Y aunque se empobrezcan, jamás lo reconocerán. Tampoco habrá vuelta atrás. Eso no sucede nunca. Para el español de a pie, no supondrá ninguna diferencia. A día de hoy irse a vivir a Cataluña no supone ninguna diferencia con hacerlo en Francia: tus hijos estudiarán y hablarán en un idioma que no es el tuyo, y tu mismo, como profesional, no tienes posibilidad de trabajar sin el catalán.
Y que quieren que les diga. Entre irse a Francia, o irse a Cataluña, yo no tendría ninguna duda. Los primeros son europeos de verdad. Los segundos sólo sueñan que lo son.