Ummita
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- 6 Oct 2003
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Para esos indocumentados que aún creen ingenuamente que a la Iglesia Católica le van bien las cosas y que no pierde "clientes", aquí tienen algunos datos ofrecidos recientementer por el C.I.S. (Centro de Investigaciones Sociológicas) y por la Conferencia Episcopal Española:
Desde 1998 hasta 2002, en solo cuatro años, el número de católicos practicantes españoles ha descendido considerablemente, contabilizándose dos millones y medio menos, estimándose la población actual de practicantes del Catolicismo en siete millones y medio, frente a los diez millones que había años atrás. Además, la mayoría de católicos españoles son nominalistas, es decir, se consideran católicos solo de nombre, porque realmente no practican la fe católica en ninguno de sus ritos ni ceremonias. A partir de los años 70, cuando el franquismo comienza a perder fuerza, se produce un descenso de católicos que pasa del 87% al 61% en solo diez años. El 90% de los que dicen ser católicos olvidan el culto y la fe. No van a misa, ni se confiesan, ni guardan los votos sacramentales de su religión. Sólo asisten con frecuencia a celebraciones con banquetes incluidos (bodas, bautizos, comuniones), además de participar en otras fiestas de carácter popular (Navidad, Reyes, Semana Santa...)
Cada vez existe menor vocación sacerdotal. De 23.000 ordenaciones en el año 1952 han descendido a 18.000 en el 2002. Órdenes religiosas como las 'Hijas de la Caridad' se han reducido en un 38%, los monjes franciscanos un 24% y los jesuitas un 40%. En total, se estima que desde los años 60 se han perdido 50.000 religiosos católicos en todo el mundo. Conventos y monasterios quedan vacíos, muchos se cierran y otros se mantienen penosamente con inmigrantes traídos de continentes pobres, como África, Asia y Latinoamérica, bajo la promesa de una vida mejor en un pais más desarrollado. Se calcula que en España casi 200 monasterios se utilizan como hospedaje hotelero, con el fin de recaudar fondos.
Igual suerte han corrido los seminarios: muchos han comenzado sin tener un solo seminarista. Se estima que entre el 10 y el 15% de las parroquias no tienen párroco para ser sustituido, por lo que quedan vacías y al desamparo. En 1952: 7.052 seminaristas. En 2002: 1.797.
Creo que las cifras hablan por sí solas. No es de extrañar por tanto la inquietud de la jerarquía eclesiástica ante esta grave crisis por la que está atravesando la Iglesia, amén de los delitos sexuales cometidos por muchos de sus miembros, que empañan fatídicamente la imagen de esta institución sectaria. Hace un par de días, el Cardenal Rouco Varela se lamentaba de toda esta situación y del aumento del agnosticismo y de la cultura laicista. Risas me da. Al revés, el agnosticismo es un síntoma de que la sociedad madura, adquiere cultura, conocimientos científicos y, por tanto, no se deja engañar como antaño por estos fariseos que tan acostumbrados han estado a lo largo de la Historia en manipular a la sociedad, inculcando un reverencial temor a Dios e inyectando en la cabeza de los fieles falsedades como las del pecado original, las tentaciones del diablo y la existencia de un infierno condenatorio.
Hoy ya los jóvenes usan su cerebro para pensar por sí mismos, no para entregarlo a ningún lider religioso, sea católico o no. Y la Iglesia sabe que sus días están contados. Y cuando muera este Papa, cuyo carisma es bien evidente, el número de católicos caerá en picado. Porque muchos de los que siguen al Papa solo lo hacen porque se sienten atraidos por su persona, por Karol Wojtila, convirtiéndolo en un show-man, no por el mensaje que predica ni por seguir los preceptos católicos.
Así que cuando alguien diga que la Iglesia sigue bien y con más números de feligreses está mintiendo descaradamente. Para opinar sobre algo hay que hacerlo con rigor, con argumentos y utilizando datos. No con prejuicios o utilizando el insulto fácil ante la falta de argumentos. Y es que la ignorancia es tremendamente atrevida. Y el fanatismo religioso aún más...
Hace hoy 28 años que Franco se pudre bajo tierra. Así que dejémonos ya de dictadores, manipuladores y sectarios. Estamos en el siglo XXI y el Hombre debe avanzar intelectualmente y con plena libertad, sin que nadie tenga que venir a castrarnos las mentes con creencias irracionales y totalitarismos. La Iglesia debe asumir que las columnas sobre las que se ha sustentado durante siglos ya están comenzando a agrietarse y desmoronarse. Y es que nada es eterno. Y la Iglesia fue inventada por unos cuantos visionarios como Pablo de Tarso, no creada por ningún Dios...
Ummita
Desde 1998 hasta 2002, en solo cuatro años, el número de católicos practicantes españoles ha descendido considerablemente, contabilizándose dos millones y medio menos, estimándose la población actual de practicantes del Catolicismo en siete millones y medio, frente a los diez millones que había años atrás. Además, la mayoría de católicos españoles son nominalistas, es decir, se consideran católicos solo de nombre, porque realmente no practican la fe católica en ninguno de sus ritos ni ceremonias. A partir de los años 70, cuando el franquismo comienza a perder fuerza, se produce un descenso de católicos que pasa del 87% al 61% en solo diez años. El 90% de los que dicen ser católicos olvidan el culto y la fe. No van a misa, ni se confiesan, ni guardan los votos sacramentales de su religión. Sólo asisten con frecuencia a celebraciones con banquetes incluidos (bodas, bautizos, comuniones), además de participar en otras fiestas de carácter popular (Navidad, Reyes, Semana Santa...)
Cada vez existe menor vocación sacerdotal. De 23.000 ordenaciones en el año 1952 han descendido a 18.000 en el 2002. Órdenes religiosas como las 'Hijas de la Caridad' se han reducido en un 38%, los monjes franciscanos un 24% y los jesuitas un 40%. En total, se estima que desde los años 60 se han perdido 50.000 religiosos católicos en todo el mundo. Conventos y monasterios quedan vacíos, muchos se cierran y otros se mantienen penosamente con inmigrantes traídos de continentes pobres, como África, Asia y Latinoamérica, bajo la promesa de una vida mejor en un pais más desarrollado. Se calcula que en España casi 200 monasterios se utilizan como hospedaje hotelero, con el fin de recaudar fondos.
Igual suerte han corrido los seminarios: muchos han comenzado sin tener un solo seminarista. Se estima que entre el 10 y el 15% de las parroquias no tienen párroco para ser sustituido, por lo que quedan vacías y al desamparo. En 1952: 7.052 seminaristas. En 2002: 1.797.
Creo que las cifras hablan por sí solas. No es de extrañar por tanto la inquietud de la jerarquía eclesiástica ante esta grave crisis por la que está atravesando la Iglesia, amén de los delitos sexuales cometidos por muchos de sus miembros, que empañan fatídicamente la imagen de esta institución sectaria. Hace un par de días, el Cardenal Rouco Varela se lamentaba de toda esta situación y del aumento del agnosticismo y de la cultura laicista. Risas me da. Al revés, el agnosticismo es un síntoma de que la sociedad madura, adquiere cultura, conocimientos científicos y, por tanto, no se deja engañar como antaño por estos fariseos que tan acostumbrados han estado a lo largo de la Historia en manipular a la sociedad, inculcando un reverencial temor a Dios e inyectando en la cabeza de los fieles falsedades como las del pecado original, las tentaciones del diablo y la existencia de un infierno condenatorio.
Hoy ya los jóvenes usan su cerebro para pensar por sí mismos, no para entregarlo a ningún lider religioso, sea católico o no. Y la Iglesia sabe que sus días están contados. Y cuando muera este Papa, cuyo carisma es bien evidente, el número de católicos caerá en picado. Porque muchos de los que siguen al Papa solo lo hacen porque se sienten atraidos por su persona, por Karol Wojtila, convirtiéndolo en un show-man, no por el mensaje que predica ni por seguir los preceptos católicos.
Así que cuando alguien diga que la Iglesia sigue bien y con más números de feligreses está mintiendo descaradamente. Para opinar sobre algo hay que hacerlo con rigor, con argumentos y utilizando datos. No con prejuicios o utilizando el insulto fácil ante la falta de argumentos. Y es que la ignorancia es tremendamente atrevida. Y el fanatismo religioso aún más...
Hace hoy 28 años que Franco se pudre bajo tierra. Así que dejémonos ya de dictadores, manipuladores y sectarios. Estamos en el siglo XXI y el Hombre debe avanzar intelectualmente y con plena libertad, sin que nadie tenga que venir a castrarnos las mentes con creencias irracionales y totalitarismos. La Iglesia debe asumir que las columnas sobre las que se ha sustentado durante siglos ya están comenzando a agrietarse y desmoronarse. Y es que nada es eterno. Y la Iglesia fue inventada por unos cuantos visionarios como Pablo de Tarso, no creada por ningún Dios...
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