el viejo dela montaña
Muerto por dentro
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Eso pensaba yo también.
Tras aguantar a esta pesada más de treinta años creí que ya aguantaría todo, en el fondo la quería, no he querido a otra, soy un cigüeño, pero no.
Detalles. Económicos:
- Yo sin trabajo oficial, sin cobrar oficialmente nada. Tenemos dos coches. Ella usa un C3 de tres años. Pues nada, que se pone a mirar coches en los concesionarios porque el C3 se le hace poco. Pero para mí no hay dinero para comprarme otra bici. De los nervios.
- ¿Qué hacer ? Tragar. Todas las leyes están a su favor. Si le digo la décima parte de las cosas que me ha dicho a mi, ya hubiera dormido en la cárcel algún que otro día. Si la llevo ligeramente la contraria : ¡¡HIJOPUTA , MACHISTA Y TAL !!
Seguimos tragando.
- Se estropea un grifo. No logro arreglarlo (ya sabeis)
- ¡Inúrtil, hijoputa, me tienes harta ! (lo de de hijoputa es una palabra que usa mucho para dirigirse a mi)
Pues nada, va la tía y no solo compra un grifo, sino que compra lavabo nuevo con un mueble nuevo que casi no entra en el baño. Más de 300€
- Echarme de casa por cualquier tontería ha estado a la orden del día durante esta última década, ó más. Calzonazos, quería a mis hijos, seguir tragando.
- Ahora, la pequeña ya tiene 21, el mayor 26 y trabaja. Por ahí me sentí liberado.
LA PESADA DEL TELEFONITO:
- Entiendo que me riña cuando me quedo a emborracharme con los amigotes, cosa que ocurre muy de vez en cuando, aunque ahora con mayor frecuencia, pero poco.
Pero tampoco le gusta que dedique mucho tiempo al ordenador:
´¡ Ya estás con el puto foro ese de los cojones !
Tampoco entiende que me marche con la bici, que me vaya a correr. Incluso le molesta que lleve las botas de tierra de cavar zanjas:
- Ni ordenador, ni bici, ni botas. Lo que te molesta soy yo mismo, creo.
- Hablé con mi hermano: Hermano, me dejas tu casa, es para mi.
No tuve que decirle razones ni nada, todos mis allegados saben lo que he tragado en mi matrimonio:
- Vete ya. Pero ya. Por dinero no te preocupes, es más, si quieres algo te puedo dejar algo de dinero.
- A mis familiares lo que les extraña es que hubiera aguantado tanto a esa loca pesada, que me ha tratado como si fuera su perrino. El punto lolesco es que tampoco les ha extrañado a sus familiares.
Cuando me despedí de mis suegros, mi suegra me dijo:
- ¡ Es que para aguantar a mi hijaaaaa .... !
¿Ahora?
Pues nada. Ya veremos donde me lleva el destino.
Cuando vuelvan a abrir el Ifema ahí tengo trabajo seguro, me tienen en estima, aparte de que cavando zanjas también se gana bastante dinero. Así pues para un alquiler imagino que tendré.
Y si no, pues a Cáritas, pero sin aguantar más gilipolleces.
Joder pana, menudas palizas os habéis llevado unos pocos de aquí por vuestra pareja, coño parece esto una consulta de malos tratos.
Tu no tenía una casa por Rota, la vendiste ya? Vete para el sur, aquí las tías son guarrisima, yo no follo porque no quiero.
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