Disiento
Lo primero que tienes que considerar es que la mentalidad de los programadores no tiene nada que ver. Estos solían ser ingenieros o matemáticos y solían ser equipos de dos o tres en plan juan palomo, en el caso de La abadia fue Menendez de cabo a rabo con la colaboracion de Juan Delcán que creo que estudiaba arquitectura.
No había tampoco una cultura videojueguil, asi que los arcades seguían el modelo recreativa de fostiarte a la menor y las aventuras venían de juegos de mesa, rol y demás. No solían ser muy mirados con el jugador y se la soplaba que lo completaras, al revés que ahora que, con cierto juicio, esperan que hasta el mas zarpas se vea gran parte del juego. A los programadores de entonces se la pelaba, te tenías que buscar tu las vueltas, esperaban que hicieses el esfuerzo.
Y lo hacías, sin el mapa era jodido, pero no imposible, de hecho yo ya había llegado hasta alli que son varios días, ¿como? pues prueba y error, ibas todos los lunes a las escuela y compartias descubrimientos, tu, el amigo, el primo de cuenca, todo eso se ponía en común y se iban sacando cosillas. Por supuesto mucha gente no pasaba de la iglesia y el refectorio, pero se puede considerar como una prueba para el jugador. Yo por lo menos le dediqué menos tiempo a juegos como Army Moves. En la abadia te podías mover, descubrir cosas, etcetcetc.
Igual con otras ediciones los creadores hubieran incluido la guia en el casette en lugar de contarselo a la micromania, puede ser, pero entonces es lo que había en el tema formato.