Llevo diciendo unos meses en mi círculo de amistades, por lo que ya me he enzarzado con un par de keynesianos, que Alemania y los nórdicos van a pagar muy caro el juego que se traen con la deuda.
El núcleo triple A del euro se queja de que los sudeuropeos nos hemos endeudado hasta las trancas y que ahora nos va a costar sangre, sudor y lágrimas devolver esa deuda. Pero estuvieron callados como putas mientras permitieron un mercado de deuda con bajos intereses para que pudiéramos acceder a créditos fáciles y comprar los caros productos que sus industrializadas economías producen, pero que no hubiéramos podido comprar de no ser por ese endeudamiento.
Así que ahora, que andan mareando la perdiz, se van a encontrar con un escenario muy mono: van a exportar menos, pues hay menos disponibilidad de crédito para consumir, tanto en sus mercados internos como en los externos (sobre todo en éstos), su deuda, por tener un rendimiento tan bajo (de hecho, descontando la inflación la deuda alemana tiene un rendimiento negativo, que ya le zumba los cojones al tema), va a dejar de ser atractiva porque actualmente, y mediante los planes de rescate y los mecanismos de ayuda, están respaldando y garantizando deudas con un rendimiento mucho mejor, así que o aumentan los intereses de su deuda, o dejan de acudir al mercado a financiarse.
No quieren los eurobonos, porque dicen que no tienen porqué pagar la fiesta del sur, a lo que yo respondo que la fiesta la hemos pagado de sobra, a ver de dónde cojones se creen que han sacado sus saneadas cuentas si no es de las exportaciones al resto de la UE. Tampoco los quieren porque supondría incrementar el interés que pagan por la deuda, y yo les respondo que su deuda ya está respaldando la de los países con problemas, y que cuanto más esperen a pararle los pies a los especuladores, más riesgo correrán de caer en una espiral de aumento sin control de sus primas, por ser estas muy poco rentables y, por lo tanto, poco atractivas para el mercado.
Ellos sabrán lo que hacen, pero a mi me da en la nariz que están metiendo la pata.
El problema es que todos estos lumbreras que deciden el destino de millones de personas van a gozar de un nivel económico y una seguridad durante el resto de sus vidas que dudo que les importe una puta mierda lo que nos pase. Hacen el paripé de que deciden, y a vivir, que son dos días.