Olvídense de la sentencia, de los programas de televisión, de los debates y de todo. Lo que pasó esa noche en San Fermín Muguruza fue lo que relata aquí la paisana. No se pierdan ustedecs los segundos que van del 13 al 19; pura ambrosía.
Ese día precisamente y en ese preciso momento, pasaba yo por la Plaza Nueva camino al Fnac, que iba a pillarme el "Meddle" de Pink Floyd en vinilo, con tanto acierto que me cogió en la esquina del ayuntamiento con la Avenida de la Constitución el momento de explosión de euforia, justo entre los minutos 2:44 y 2:48 del vidrio. Me solidaricé con ellas aplaudiendo a saco y gritando: ¡LOOOOOL!, ¡LOOOOOL! un par de veces. Nadie se coscó de nada (al menos visiblemente) y nadie me dijo nada, así que proseguí mi camino con la satisfacción de haber honrado el nombre de LOL a grito pelao en medio de una manifa de pelimoradas.