Lo que nos demuestra nuestro querido conforero stavroguin 11 es que sigue siendo humano, que bajo su aparente coraza, bajo su misoginia adquirida por las desilusiones, su seriedad profesional, la conciencia de la naturaleza real de las mujeres, sigue siendo un ser que se deja todavía impulsar por un atisbo casi extinguido, de sentimientos, que se deja arrastrar por las emociones: un ser de carne y hueso, sujeto a las ilusiones, los dolores, la soledad, el hastío... y un leve y cada vez más pequeño e insignificante anhelo de un milagro al final del túnel de la vida, que nunca llega ni nunca llegará.
Cierto es que los médicos siguen siendo vistos por la mayor parte de la sociedad como seres cuasiomnipotentes, que poseen entre sus manos la capacidad casi milagrosa de dar la vida o quitarla, pero eso no quita que en el fondo, aunque no nos lo confiese abiertamente, le haga sentir si cabe más insignificante, inválido, lejos de esa imagen de "poder" que emana su ropa de cirujano. Los demás le atribuyen valores que él ha perdido, que ya será incapaz de recuperar y, también, no cabe duda, no se cree capaz de soportar de nuevo un revés, un "no" por respuesta, un rechazo, porque como bien explican Nueces, saca-al-tarado y Cª, ella no lo ve como un hombre útil que la pueda montar o satisfacer, como pareja o como macho-alfa que pueda follársela, sino como un salvador que le permitirá seguir viviendo para seguir desplegando sus redes de araña, sorbiendo jugos, inyectando veneno y rompiendo corazones, que es a lo que su biología le ha arrastrado como hembra.
¡Cuánto daño pueden hacer unos ojos bonitos, una sonrisa joven, una voz tierna, una piel suave, unas tetas bien formadas, unas piernas bien torneadas...! ¡Qué fuerte es aún el impulso visceral biogenético de nuestra propia existencia como hombres!
No nos engañemos: esa chica, de apariencia dulce, tierna, casi humana, es o puede ser tan perra, siniestra, maquiavélica y ajena al dolor o al daño que es capaz de causar como cualquier otra. Ha visto en stavroguin 11 la tabla de salvación que le servirá para seguir siendo y comportándose como una auténtica alimaña salvaje y no sentirá el más mínimo atisbo de culpabilidad segando ilusiones a su paso. Seguramente pueda desarrollar y tener tanta o más mala idea que cualquier otra mujer.
Como médico, stavroguin 11 sabe muy bien qué hay de verdad debajo de una auténtica piel suave de apariencia de dulce melocotón...