Ambos bandos son étnicamente idénticos, eslavos orientales, aunque luchen ahora bajo diferentes banderas. La diferencia entre ellos es que los soldados de Putin han ido a Ucrania sin saber bien con que misión y los de Ucrania defienden su territorio, su casa y sus posesiones.
El sentimiento de unidad que tiene el pueblo ucraniano es claro, sin embargo, ocurre todo lo contrario en el bando ruso, donde además, se reunen miembros multiétnicos y morralla mercenaria de la peor calaña. Normal que la moral de las tropas rusas, abandonadas muchas veces a su suerte en esta guerra por parte de Putin, esté por los suelos.
Lo cierto es que independientemente del resultado final del conflicto, el mundo ha contemplado en primera fila como lo que parecía uno de los ejércitos mas poderosos del mundo, no consigue doblegar a un ejército teóricamente inferior y eso va hacer que se pierda el respeto a Rusia.
Ahora, con Finlandia y Suecia a punto de entrar el la OTAN, lo único que ha conseguido el Kremlin con todo esto es encararse con mas enemigos directamente en sus fronteras.