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Es sencillo y simple, no obstante me parto el ojal con la tortuguita diabólica de los cojones. Dios, es lo más satánico que he visto en años, habla por sí solo, es contundente. La maldad está muy cerca de nosotros y se presenta de múltiples formas.
Te sugiero que en futuros largometrajes, incluyas la escena a modo de cortinilla entre escena y escena. Original, para mí que representa los valores del chupismo exacerbado.