Las cenas del embajador

[Sheik Yerbouti]

El hilo éste es como una raja en el espacio tiempo del general, ¿no?

 

[Roger Kint]

El hilo éste es como una raja en el espacio tiempo del general, ¿no?

Pues por esa raja entra un airecillo fresco de lo mas reconfortante.

 

[Jaldre aí]

Un aire que dos subnormales han convertido en hedor gracias a dos masunos que no venían al cuento.

Perdón, 3 subnormales, y 3 masunos, si contamos éste mismo.

 

[Cocineros cachondos III]

El hilo éste es como una raja en el espacio tiempo del general, ¿no?

Pues por esa raja entra un airecillo fresco de lo mas reconfortante.

Un aire que dos subnormales han convertido en hedor gracias a dos masunos que no venían al cuento.

Perdón, 3 subnormales, y 3 masunos, si contamos éste mismo.

 

[Cocineros cachondos III]

Casqué el primer spare en la séptima; muy fomare. En eso que me empiezo a cagar en la forja de Hefesto cuando Donny suelta:

" Smiths? muy bueno el cover de Mikel Erentxun
Esta luz nunca se apagará á"

 

[George Costanza]

Spoiler

Aunque cueste creerlo, hace tiempo fui amigo del Lisensiado Ramírez. Un día me invitó a su mansión para degustar unos berberechos a la arena con gaseosas.

Después del convite escuchamos ratas rascando el cartón yeso. El ruido era cada vez más fuerte y los bichos rompieron la pared, saltándonos a la cara mientras sonaba música dramática.

El Lisensiado huyó por una trampilla secreta, escondiéndome yo en el horno. No sirvió de nada, ya que del tabique salió el mismísimo Nyarlathotep y me sacó a rastras. Intenté hacerle un par de katas, pero del cabezazo que me dio me dejó federico.

Desperté en una cueva que olía a pestuza junto a Gordi y al maestro Astillas. Nyarla me había sisado los diez euros que tenía para el taxi y me dejó con sus flautistas amorfos idiotas como guardianes.

Mandamos a Gordi a hacer el meneo para distraerlos, con tan mala suerte que se despeñó por el ímpetu.

 

[Rub-Al-Kabra]

Joder, ni el mismísimo HPL hubiese recreado unos pasajes tan LOLgrados como VD.

:121

 

[George Costanza]

Nos juntamos en el five points de Quismondo para ver quién se hacía con el control del barrio. Acordamos hacer un concurso de riffs para decidirlo.

Llegaron los niños-perro y empezaron con Sweet Child O' Mine, quedándose con el personal. Nosotros, los de los Devueltos, pensábamos tocar Money for nothing. Pero cuando nos anunciaron, viendo que el jurado estaba comprado, nos enganchamos a guitarrazos con todo cristo.

Nos cocieron a palos, pero el del jurado todavía se tiene que estar quitando astillas del cielo de la boca.

 

[George Costanza]

Cuando mi señora y yo nos mudamos a la casa nueva notábamos presencias extrañas que no nos dejaban dormir. Sólo nos pasó una noche, ya que al día siguiente me llevé al dormitorio a Santo y a Pichón.

Menos mal que lo grabé todo.

 

[George Costanza]

Cuando trabajaba en el Loroparque Jurásico de Velilla de Abajo me saqué unas perrillas haciendo encierros con el velocirraptor. Pero de tanto hacer el circuito el cabrón se resabió y se saltó la verja, montándola fina.

Allí cayó Orzowei. Y también el que nos traía el butano, que le gustaba el juego más que a un tonto un lápiz.

 

[George Costanza]

De muchacho, jugando al escondite con mi vecino, me metí en las fresqueras transportadoras de materia® de mi padre. No me percaté de que se había metido un polillo dentro y al cerrar la puerta nos hicimos un mix.

Mi familia me repudió y me marché al barrio chino, donde me alimentaba de la bazofia que me tiraba la gente.

Me recogió un viejo que tenía un espectáculo de freaks y gané fama interpretando vodeviles. Siempre era yo el que cerraba la noche cantando el Nessum dorma.

 

[George Costanza]

La semana pasada apañé un duelo a garrotazos con el Lisensiado. Lo hicimos como los hombres, hundidos hasta las rodillas en el barro y con sendos bastos.

Se apareció por allí Bautista, que echa el tarot por teléfono y es colega, para hacer de juez. Venía cocido del bar y gafó al Lisensiado con palabras arcanas.

Éste se quedó paralizado, momento que aproveché para abrirle la cabeza a palos. Cuando se me tronchó la rama paré y me fui. Le tuvieron que recoger los sesos con cucharilla.

Anteayer me llamó para pedir la revancha.

 

[George Costanza]

Fuimos de convivencias a una casa rural en la montaña el mes pasado. Parece ser que en esos días salieron unos vapores venenosos del cementerio y mutaron los bichos de las granjas.

A nosotros nos pilló en medio de la fiesta temática dedicada a los Village People. En la mejor parte del In the Navy se nos colaron unos ovejos por la ventana y escabecharon a DJ Nurzo. Pudimos sobrevivir gracias al bizcocho de miel de los beórnidas.

 

[George Costanza]

Fui a la Sierra con hombre-trucha y el chaval que salía en Ponte las pilas. Dejamos al muchacho de guardia y nos echamos a dormir, mientras se calentaba la olla podrida.

A la olor del guiso vinieron Wendigo y Grendel, que tenían de todo menos vergüenza, buscando guerra. Montamos un royal rumble de hostias improvisado, pero como teníamos las de perder cogí el caldero y les eché el condumio hirviendo en la puta cara.

Al final la cosa no llegó a mayores y terminamos jugando todos al tute cabrón.

 

[George Costanza]

Me dieron un programa de entrevistas para las autonómicas. El primer invitado fue Ed Warner, que vino a hablarnos de sus emeces. Perdíamos audiencia con La Señora, así que para animar el pastel le echamos un toldo de esparto por encima y procedimos al vareo de la aceituna.

 

[George Costanza]

Pues hete aquí que llego al laberinto, pico el timbre y me sale el Minotauro con los cojones arrastrando. Nos aguantamos la mirada unos segundos y nos enganchamos a hostias mientras sonaba de fondo la base de Shaft.

Perdí agarre, porque el hijo de puta estaba todo sudado, y para no caerme me tuve que abrazar a sus pelotas. Trocó sus graves mugidos por chillidos Mikanianos y fue en ese momento, perdida ya toda esperanza, cuando encontré los mandos de la NES. Los tenía escondidos en el cuenco del pienso.

 

[George Costanza]

Hace unos años estuve en una peña quinielística de megavillanos. Nos tocó una de trece y salíamos a diez euros por barba, pero esa semana la echó Galactus, y el cabrón se quedó el recibo. No se le vio más el pelo, pero le pusimos el portal fino a vomitonas.

 

[George Costanza]

Monté un negocio de cazafantasmas con Rodney y Hombre-trucha. También metimos al chico-polilla, creado por el simbionte que rechacé cuando era muchacho.

Nos duró poco el asunto. Llamaron de un museo para que nos lleváramos una horrenda cabeza ectoplásmica, y el de mantenimiento, que debía de tener estudios, se dio cuenta de que nuestros aparatos eran vaporetas con neones y que hacíamos los ruidos con la boca.

 

[George Costanza]

Salí del mesón con los vapores de borracho asqueroso sobre mí y me metí en el bosque para atajar cuando, de repente, se empezó a escuchar el Dreamer de Ozzy Osbourne y me llegó olor a halibut. Decidí seguir el rastro.

Al llegar a un claro me encontré a un hato golfas bailando desnudas mientras adoraban al Gran Cabrón. Me ofrecieron unirme al puterío, pero antes tenía que besarle el ojo del culo al maestre, que lo tenía excepcionalmente sucio e velludo.

Mientras me inclinaba me vinieron arcadas y eché la caldereta en el ojete del mismísimo.

 

[George Costanza]

Durante un tiempo fui promotor de lucha libre. Teníamos que hacer los combates en garajes y a los árbitros les pagábamos con cartones de Theltas.

Yo llevaba a un chaval prometedor, el Shao Kahn de Torrijos, con más de diez victorias por rotura de cráneo con martillo de piedra. Todo nos iba bien hasta que apareció el Lisensiado. Se había conchabado con la sirena de Fiji y tenían comprado el combate decisivo por el título del barrio.

Me subí al ring para aplaudirle la cara al árbitro pero la sirena me estampó una silla en los riñones y al caer me abrí la cabeza con la mesa del catering. Perdimos a los puntos.

 

[George Costanza]

Decidí hacer frente a la mantícora que estaba asediando el pueblo. Imbuido por el espíritu de las pelis de Amando de Ossorio, me calcé el disfraz de charanga de cuando hice los quintos, saliendo al secarral a buscarla.

Viendo que su perdición estaba cerca, me desafió a un duelo de aguantar la mirada. Duelo que gané, ya que tengo un ojo de cristal desde que perdí el bueno en Minas Morgul alicatando baños.

 

[Jaimito]

Perdone por desviarme del tema, pero ¿ es usted el mismo Constanza que publicó esta noticia ?

Quatchi, Miga, Sumi, Mukmuk y Pedobear son “Las Mascotas de Vancouver 2010″

Aquí el link:

https://www.deportespain.com/2010/01/30/juegos-olimpicos-de-invierno-2010-las-mascotas-de-vancouver/

 

[George Costanza]

No lo soy. Pero podría serlo.

Cuando me quedé sin la casa de empeño monté un grupo de cazavampiros con los mejores ejemplares de übermensch que pude encontrar. Después de entrenar durante un par de semanas, nos dirigimos a un bar de moteros, donde sabíamos que paraban estas criaturas.

Salió un grupo de cinco y nos echamos encima al grito de RUFIO RUFIO, mientras poníamos en el casete el Spit it out de Slipknot. Uno de ellos se percató del movimiento y le dio al stop, quedándonos sin fuelle.

Del edredón de hostias que nos dieron nos dejaron por muertos. Al final resultó que no eran vampiros.

 

[George Costanza]

Estaba en el baño echándole avecren al caldo cuando, de repente, se abrió un portal interdimensional que comunicaba con la maldita Yuggoth. De allí salió pegando voces el anterior inquilino de mi casa. Rompió la puerta principal y se subió a la azotea, mientras iba imitando el reclamo de la berrea. Para hacernos con él tuvimos que echarle una red por encima, como en El Planeta de los Simios.

 

[George Costanza]

Fui con mi señora a un bar de intercambio de parejas. Me estuvo explicando las normas un buen rato, pero no me quedé con nada. Se sentó una vieja a mi lado y me puso la mano en la pierna. Yo, creyendo que quería que le hiciera el sexo, me saqué el asso di bastoni.

La tía asquerosa se ofendió:

-Qué desagradable, por Dios.

-Váyase a la mierda, señora. Porque esta ronda la paga Obús.

La otra se quejó al gerente y me echaron. Muy triste todo.