Las derrotas olvidadas

Hace poco que he estado pintando mi habitación -de un precioso color albero, cálido en invierno y no exento de un toque colonial en verano (esto me suena)-. Tenía dos opciones: o poner un petardo en el cubo de pintura, Mr. Bean Style, o bien sacar todos los muebles y trastos al salón para poder pintar. Entre estos muebles y trastos, evidentemente estaba la caja que tengo debajo de la cama con todos los recuerdos de mis exnovias, de las dos con las que he estado realmente tiempo, de las únicas dos que me han importado. Me acordé de este hilo, me acordé que aquí se dijo que se tirasen estas cosas, que estas cosas lastran, me acordé que me recomendásteis que me deshiciera de esa caja y de lo que hay dentro de ella. Hice un amago de tirarla, tal cual. Lo intenté, de verdad, miré a la caja, intenté tirarla, tomé aire... y seguí sacando trastos al salón para poder pintar. Ya la tiraría después. Mientras sacaba libros de la estantería que tengo en mi cuarto cayó un postit al suelo. Lo cogí. Mi última novia había escrito en él, con su bonita caligrafía, "Es increíble lo mucho lo que te quiero", subrayando "increíble" y dibujando un esmaili. Fui a la caja, lo metí dentro también. Pinté, esperé a que se secara, repasé los rodapiés, los rincones detrás del radiador y metí de nuevo los muebles. Metí también la caja, debajo de la cama, y ahí sigue. No puedo tirarla.
 
Esa caja hará las delicias de tu nueva novia si es mínimamente cotilla. Lo que daría yo por una de ésas, vamos, no iba a dar abasto!
 
Esa caja hará las delicias de tu nueva novia si es mínimamente cotilla. Lo que daría yo por una de ésas, vamos, no iba a dar abasto!

Una MUJER abriría la caja, lo leería todo y estaría orgullosa de estar con un hombre al que han amado tanto. Los poseedores de cajas valemos la pena.
 
Hace poco que he estado pintando mi habitación -de un precioso color albero, cálido en invierno y no exento de un toque colonial en verano (esto me suena)-. Tenía dos opciones: o poner un petardo en el cubo de pintura, Mr. Bean Style, o bien sacar todos los muebles y trastos al salón para poder pintar. Entre estos muebles y trastos, evidentemente estaba la caja que tengo debajo de la cama con todos los recuerdos de mis exnovias, de las dos con las que he estado realmente tiempo, de las únicas dos que me han importado. Me acordé de este hilo, me acordé que aquí se dijo que se tirasen estas cosas, que estas cosas lastran, me acordé que me recomendásteis que me deshiciera de esa caja y de lo que hay dentro de ella. Hice un amago de tirarla, tal cual. Lo intenté, de verdad, miré a la caja, intenté tirarla, tomé aire... y seguí sacando trastos al salón para poder pintar. Ya la tiraría después. Mientras sacaba libros de la estantería que tengo en mi cuarto cayó un postit al suelo. Lo cogí. Mi última novia había escrito en él, con su bonita caligrafía, "Es increíble lo mucho lo que te quiero", subrayando "increíble" y dibujando un esmaili. Fui a la caja, lo metí dentro también. Pinté, esperé a que se secara, repasé los rodapiés, los rincones detrás del radiador y metí de nuevo los muebles. Metí también la caja, debajo de la cama, y ahí sigue. No puedo tirarla.

Bello post, si señor. Yo también soy del club de Diógenes, para que me voy a engañar, pero por salud mental y para evitar una vejez sepultada por la mierda y la chatarra, intento hacer una política de tierra quemada. Un nostálgico enfermizo como yo, no puede permitirse dar pábulo a su melancolía, asi que me obligo a no guardar más recuerdos de los necesarios. Son tan asiduos mis viajes a "los viejos buenos tiempos", que si usara fetiches para anclarme aún más a ellos, iría por la calle andando de espaldas. No merece la pena, no sirve para nada, pero es inevitable.

Ya sé que es un tópico cursi y desgastado, pero vivimos hoy y esperamos vivir mañana. Lo que queda atras es muy importante, pero mucho menos que lo que nos espera delante. No acepto comprometer lo que pueda conseguir en un futuro, por conservar los recuerdos de lo que vivi. Mi mujer me puso las cosas claras, nada de fotos, libros, cds ni regalos de ninguna ex. Me pareció justo, ella tampoco guardaba nada de sus otras parejas. Me importa estar bien hoy y que la persona a la que quiero en este momento este bien y se sienta bien.

Gracias mil a las que me amaron y amé. Gracias por los buenos momentos, por el sexo urgente y salvador, por el amor milagroso,...pero nada de lo vivido puedo tocarme ya. No olvido, pero no les debo nada a mis recuerdos, no les voy a pagar ningun tributo, ni voy a comprometer ningún buen momento del presente por recordar los que viví en el pasado
 
Cuando dejé mi relación de cuatro años, la más importante aparte de la que tengo ahora, guardé todo en una caja que está en el trastero de casa de mis padres. Una colonia casi acabada suya (la que usaba siempre), fotos de los dos, alguna que otra joya que me regaló y sobre todo EL REGALO. Sólo con mirar o pensar en ese objeto recuerdo todo lo que sentía en el momento de recibirlo. Aunque yo lo dejé porque ya no lo quería y me acosó y hasta intentó hacerme daño físico, jamás pude guardarle rencor por todo lo que me hizo sentir y todo lo que (estoy segura) él sentía por mi. Ya hace cuatro años que cerré esa caja con cinta aislante pero recuerdo perfectamente como conseguí el tesoro guardado ahí dentro: la mañana de Reyes vino a despertarme a casa de mis padres y media dormida y con el pijama puesto rompí el papel, abrí la caja y empecé a sacar bolitas de plástico hasta que me encontré con el objeto más bello que había visto en mi vida hasta la fecha: una preciosa rosa de cristal con un pájaro posado en el tallo. Era como mi cuento favorito de la infancia: La Rosa y El Ruiseñor. Me quedé sin habla. No me hace falta abrir de nuevo la caja para acordarme de eso. Tenía dieciséis años. Estuve con él hasta los 19 y ahora que tengo 23 lo veo y ni me saluda... pero lo recuerdo con cariño: fue mi primer amor.







P.D. Este hilo es chupi donde los haya, eh. Que gonito todo lo que estáis contando...
 
Clark Gable rebuznó:
Una MUJER abriría la caja, lo leería todo y estaría orgullosa de estar con un hombre al que han amado tanto. Los poseedores de cajas valemos la pena.
Esa visión es racional y, por ende, masculina.

Una mujer se imaginaría qué truculentas historias hay detrás de cada pequeño objeto, preguntaría todos los detalles de cada uno de ellos y, al final, concluiría que algo malo debiste hacer para separarte de una mujer que tanto te quería, alguna tara oculta debes de tener para que aquello fracasara.

Por no hablar de que si hay muchos recuerdos, se va a pensar que eres un mujeriego empedernido y esa idea será como una sombra, no se apartará jamás de ti.
 
Yo conservo varias cajas de recuerdos pero sólo aquellas de los chicos que han dejado huella y que aún les recuerdo con cariño, al resto es como si no los hubiera conocido nunca. Tengo cartas y fotos del primer chico que me dijo Te quiero, un italiano que conocí cuando tenía 17 años. Hablábamos todas las semanas por teléfono y solía repetirme, una y otra vez, sono innamorato di te. De otro ex, también tengo cartas y mails, ropa suya y más cosas. Con él me di el beso más largo de mi vida (fue el segundo que me dijo que me quería), y después de tantos años ninguno de los dos hemos superado ese record. Digo hemos (es el único con el que mantengo contacto), porque cuando hablamos, solemos preguntarnos,de vez en cuando, si se ha superado la marca y por ahora la respuesta siempre es no.
Hay alguna que otra caja más por ahí, pero eso lo dejo para otro día.
 
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