Levante-EMV, Valencia
El presidente de la Diputación de Valencia, Fernando Giner (PP), repartió ayer entre las Fallas el libro Lengua valenciana, una lengua suplantada, editado por la institución a todo lujo y en papel cuché, que constituye un durísimo alegato contra la unidad de la lengua repleto de descalificaciones a personajes como Joan Fuster, Manuel Sanchis Guarner o Vicent Andrés Estellés y políticos como Jordi Pujol, Max Càhner o el ex presidente socialista Joan Lerma.
En la obra, el propio Giner firma una presentación escrita en las Normas del Puig, contrarias a las oficiales de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, avalada por el PP. El titular de la diputación defiende la «independencia» lingüística del valenciano y lamenta «la obstinada cabezonería de algunos colectivos académicos de negarle la primogenitura a esta lengua neolatina surgida de la ruptura del latín». También denuncia que la lengua «ahora está siendo injustamente maltratada y menospreciada», y critica las «falsedades» que circulan en «libros y aulas». La difusión de la obra se produce después de que el vicepresidente de la diputación, Vicente Ferrer, también del PP, anunciara el acuerdo con la presidenta de la AVL, Ascensión Figueres, para la enseñanza del valenciano en los ayuntamientos.
El libro está escrito en castellano por la catedrática de Inglés, María Teresa Puerto Ferre, miembro del Colectivo Fullana (integrado por profesores universitarios partidarios de las Normas del Puig), que ya lo tenía elaborado y presentado en 2005, aunque ahora ha gozado de una edición lujosa. El texto evoca un artículo de Giner de 1981 para concluir que su reflexión sobre el riesgo catalanista «sigue plenamente vigente en 2005».
El portavoz del PSPV en la diputación, Alfred Boix, acusó a Giner de «utilizar recursos públicos y al mundo fallero en su lucha interna contra Camps y Ferrer» a través de un libro que ha costado al erario público 10.800 euros.En su opinión, Giner «vuelve a la carga» contra los dos dirigentes del PP con una obra en la que «desafía abiertamente la política lingüística de la Generalitat». Por ello emplaza a Camps a «hacer cumplir a los miembros de su partido la legalidad».