Capitan_Spaulding
Veterano
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Este triste servidor que os escribe tuvo la gran suerte de probar las mieles del funcionariado en el año 1996. Conseguí entrar a currar como administrativo durante 6 meses en la Diputación General de Aragón gracias a la Bolsa de Trabajo, con todos los beneficios y prebendas de un funcionario con plaza fija. Qué tocada de huevos, qué holgazanería, qué almuerzos....
Nuestra misión era hacer un estudio acerca de los inmigrantes que venían a currar a los campos de Aragón durante la temporada de primavera-verano y elaborar un informe acerca de las infraestructuras necesarias para que toda esa gente tuviera un sitio donde vivir y el impacto social que originaría una afluencia masiva de gente a estas inhóspitas tierras. No sé si esta parrafada es correcta, pero algo así era. Total, que 6 meses para hacer esta mierda, ya os podréis imaginar que no nos deslomábamos.
Nuestro horario era de 8:00 a 15:00 horas. Con un descanso de 20 minutos para almorzar. La primera semana todos fuimos puntuales tanto en la hora de entrada y salida como en el momento del almuerzo. Pero ya empezamos a ver que allí nadie venía a controlarnos y, como alguno ya tenía experiencia en estas lides, pues la cosa empezó a desmadrarse.
Los almuerzos se alargaron hasta la hora y pico, las entradas y salidas nos lo montábamos de tal manera que si llegábamos tarde el compi que hubiera llegado primero nos sellaba a todos. Si te tenías que ir antes de las 15:00 horas no había problema, porque siempre había alguien dispuesto a fichar por ti. El trabajo para el que nos habían contratado lo hicimos en un par de meses, así que el resto del tiempo lo dedicábamos a leer el periódico, jugar al solitario y a hacer el mongol con los compañeros. Si alguna vez venía alguien a pedirnos cuentas hacíamos como que estábamos repasando el informe y como el funcionario de mayor nivel que venía a vernos tampoco tenía ganas de complicarse la vida, pues todo era miel sobre hojuelas.
Y luego el sueldo, 160.000 de las antiguas pesetas al mes cobré. Yo que tenía tan solo 24 primaveras no me lo podía creer. Había trabajado de camarero, en una agencia de seguros y de limpiapiscinas cobrando una media de 90.000 pelas, y de repente veo que me pagan esa cantidad astronómica sólo por tocarme los huevos.
¿Qué hubiera pasado si hubiera tenido la gran suerte de seguir así toda la vida? ¿Me habrían entrado remordimientos? ¿Sería uno más de esos hijos de puta y os miraría a todos por encima del hombro? ¿Estaría metido en un partido político y tendría ahora un ministerio? Nunca lo sabremos, pero en verdad os digo que cuando vayáis a una oficina de vuestra Diputación Provincial, de la Tesorería General, Hacienda, etc etc, todos esos cabronazos que están detrás de las ventanillas y mostradores son unos perfectos holgazanes que el mayor esfuerzo que han hecho en su vida es estampar un sello en un pedazo de papel y hacer fotocopias de los décimos de lotería que juegan a medias en Navidad.
Nuestra misión era hacer un estudio acerca de los inmigrantes que venían a currar a los campos de Aragón durante la temporada de primavera-verano y elaborar un informe acerca de las infraestructuras necesarias para que toda esa gente tuviera un sitio donde vivir y el impacto social que originaría una afluencia masiva de gente a estas inhóspitas tierras. No sé si esta parrafada es correcta, pero algo así era. Total, que 6 meses para hacer esta mierda, ya os podréis imaginar que no nos deslomábamos.
Nuestro horario era de 8:00 a 15:00 horas. Con un descanso de 20 minutos para almorzar. La primera semana todos fuimos puntuales tanto en la hora de entrada y salida como en el momento del almuerzo. Pero ya empezamos a ver que allí nadie venía a controlarnos y, como alguno ya tenía experiencia en estas lides, pues la cosa empezó a desmadrarse.
Los almuerzos se alargaron hasta la hora y pico, las entradas y salidas nos lo montábamos de tal manera que si llegábamos tarde el compi que hubiera llegado primero nos sellaba a todos. Si te tenías que ir antes de las 15:00 horas no había problema, porque siempre había alguien dispuesto a fichar por ti. El trabajo para el que nos habían contratado lo hicimos en un par de meses, así que el resto del tiempo lo dedicábamos a leer el periódico, jugar al solitario y a hacer el mongol con los compañeros. Si alguna vez venía alguien a pedirnos cuentas hacíamos como que estábamos repasando el informe y como el funcionario de mayor nivel que venía a vernos tampoco tenía ganas de complicarse la vida, pues todo era miel sobre hojuelas.
Y luego el sueldo, 160.000 de las antiguas pesetas al mes cobré. Yo que tenía tan solo 24 primaveras no me lo podía creer. Había trabajado de camarero, en una agencia de seguros y de limpiapiscinas cobrando una media de 90.000 pelas, y de repente veo que me pagan esa cantidad astronómica sólo por tocarme los huevos.
¿Qué hubiera pasado si hubiera tenido la gran suerte de seguir así toda la vida? ¿Me habrían entrado remordimientos? ¿Sería uno más de esos hijos de puta y os miraría a todos por encima del hombro? ¿Estaría metido en un partido político y tendría ahora un ministerio? Nunca lo sabremos, pero en verdad os digo que cuando vayáis a una oficina de vuestra Diputación Provincial, de la Tesorería General, Hacienda, etc etc, todos esos cabronazos que están detrás de las ventanillas y mostradores son unos perfectos holgazanes que el mayor esfuerzo que han hecho en su vida es estampar un sello en un pedazo de papel y hacer fotocopias de los décimos de lotería que juegan a medias en Navidad.