Los pavos pensamos con el rabo y con los dos cojones.
Pero hay que tener unos big cojones y ser muy macho para lidiar con las féminas descerebradas que pululan por nuestro país.
Las niñatas que nos enredan y nos destruyen con sus neuras inconsistentes (hoy te quiero, mañana no / hoy te follo, mañana no), las mismas a las que al bordear los 30 les suena la alarma del jodido reloj biológico, pillan al primer soplapollas que cogen de los huevos, se meten en hipotecas, bodorrios y más...
Personalmente prefiero seguir pensando con la polla, es mejor ser un cerdo feliz.