En descargo de Vaserqueno, diré que hasta hace bien poco se daba por hecho que la homosexualidad, en todos los casos, era siempre de nacimiento. Hay casos en que la configuración cerebral durante la gestación hace que efectivamente ya se nazca con una tendencia a la heterosexualidad o a la homosexualidad, pero la programación social hace muchísimo también. Ahí tenéis la evidencia histórica: Casi todos los ciudadanos griegos gozaban de retozar con otros hombres, sin perjuicio de que luego tuviesen sus esposas y eso.
Pero volviendo al hilo, hay que añadir que flaco favor han hecho las femistas radicales a las mujeres que no están metidas en ese mundo y que sólo quieren tener una vida normal, una relación de pareja normal, casarse, tener hijos y ser abuelas.
Porque ahora la programación no insta sólo hacia el "experimentar con otras mujeres", sino también a considerar a los hombres una especie de organismo único donde todos cojean del mismo pie, a vivir con una paranoia latente de si estarán siendo maltratadas aunque no se sientan así, y a que el hombre lo que tiene que hacer en cuanto nace el niño, es irse de casa y pagar una pensión, que para eso está. No para hacer de padre, qué cosas tienen los hombres, querer ejercer la paternidad...
Dudo mucho que se sorprenda ninguna cuando la mayoría en cuanto le hablan de relación formal se ponga nervioso (antes las "follamigas" no existían ni falta que hacían), cuando le hablen de matrimonio se le pongan los pelos como escarpias, porque ahora son ellas las que tienen que sacar el tema, apañada va la que espere que el hombres le haga "la pedida" de motu propio. Y en muchos casos la pareja se rompa por la imposición de ella de que "hay que casarse".
Finalmente, nunca ha sido bueno que uno de los dos miembros de la pareja se sienta encadenado en la relación, cada familia que entrase dentro de lo que es una relación normal, tenía su papel, pero ahora así se sienten la mayoría de los hombres: encadenados en una relación en la que no tienen voto y apenas voz.
A ver cómo cualquiera con dos dedos de frente se casa hoy día. Y aun así muchos lo hacen, si, pero a medida que sigan aumentando las denuncias por maltrato (porque eso es una industria que necesita que haya denuncias, al menos durante toda la vida de las personas que ahora se están beneficiando de ello) el matrimonio caerá en picado.
Conclusión: cada mochuelo a su olivo, que solito se está muy bien.
He abierto un hilo de documentales, he puesto el listado de los que tengo por si alguno le interesan, y ¿sabéis cuales me han pedido más de uno por m.p.? pues los que se refieren a aprender a hacer tareas domésticas: aprender a planchar, por ejemplo.
Evidentemente la intención no será aprenderlo para ser mejor marido, sino para no necesitar a nadie que le planche y por lo tanto pueda vivir de forma independiente. Mucho se habla de que a las mujeres en el seno familiar se las ha discriminado mucho, pero nadie habla de la discriminación hacia los hombres, porque que yo sepa en pocos hogares les enseñan a ser independientes y vivir solos sin necesidad de una mujer. Lo tienen que aprender por si mismos.
Flaco favor, como digo, han hecho las feministas radicales a las mujeres normales, flaco favor se han hecho a si mismas las que les han hecho y les siguen haciendo caso, y flaco favor se están haciendo ellas mismas, las mujeres de a pie, al dejarse representar así por según qué colectivo.
Yo soltero de por vida, gracias.
Curiosamente, mi padre está ya mayor, y antes sí me insistía más en eso de que debía encontrar "una buena mujer" (fijaos, una buena, lo que implica que ya se sabe de siempre que las hay no tan buenas o diréctamente malas). Pero ya no me lo dice, ya no lo menciona nunca, ya ni se plantea el mencionármelo. Curioso, ¿verdad?
Edito: a mi también me da bastante igual que una persona sea homosexual o no, a veces (y poco) empleo el término maricón, como expresión de cobardía, que reconozco que está muy mal empleado, y uso el "maricones" un poco como manifestando rechazo, tengo esas contradicciones, pero realmente nada tiene que ver que una persona sea homosexual, heterosexual o asexual como casi es mi caso, para que sea mejor o peor persona.
Un saludo.