Palabras sin traducción y otras rarezas lingüísticas - Yorokobu
Litost: Checo – Hace referencia a la agonía que se siente al ser consciente repentinamente de la propia miseria. Milan Kundera, autor de La insportable levedad del ser: “He buscado vanamente en otras lenguas el equivalente de esta palabra, porque me parece difícil imaginar como alguien puede comprender el alma humana sin ella”.
Una alemana que parece japonesa:
freizeitstress, el estrés del tiempo libre y todas las actividades que haces para ocuparlo.
Aunque en Japón existe el antónimo de schadenfreude:
mudita, un concepto budista que hace referencia a la felicidad que genera la felicidad ajena.
Más japos:
gaman, la determinación para afrontar los obstáculos en la vida, de persistir frente a desafíos que parecen insuperables.
Karoshi hace referencia a la muerte por estrés laboral
Gigil expresa en filipino lo que sienten todas las abuelas cuando cogen a sus nietos en brazos.
Boh es probablemente la mejor expresión que tiene el italiano, sirve para decir con solo tres letras que no tienes ni idea.
Los franceses no son de palabras sino de expresiones únicas como pasar la mañana vagueando en la cama (
grasse matinée).
Toska, del ruso – Vladmir Nabokov lo describe mejor que nadie: “En su sentido más profundo, es una sensación de gran angustia espiritual, a menudo sin causa específica. En el aspecto menos mórbido es un dolor sordo del alma, un anhelo sin nada que nada haya que anhelar. En su nivel más bajo, se reduce al hastío, al aburrimiento”