Ah, y se me olvida el indestructible seductor de viejas, el señor Jordi Hurtado, el último vendedor de enciclopedias y punta de lanza de la cultura de biblioteca decimonónica.
Su larguísima vida hace sospechar que se pueda tratar de un vampiro, pero sus dientes de potro viejo y su pintalabios morado a juego con su camisa nos aclaran que en realidad se trata de un gilipollas.
Cabe destacar la tipa esa que sale entre juego y juego en Saber y Ganar (la de las pintas de modelo de ropa interior jubilada). La pobre tiene un tick en el cuello y se le pira en contra de su voluntad. Y por supuesto, los veteranos del concurso, que superan con heces la frikez del más freak de los foreros.