No he montado en ningún MG pero tuve la suerte de salir airoso de un Dacia en dos contextos: físico y económico. Hace 8 o 9 años, con la pasta justa, pensé en comprarme un Dacia de segunda mano, concretamente un Dacia Duster blanco que me dejaban a un precio bastante asumible, creo que eran 10000 euros. El coche estaba reluciente, pocos kilómetros pero me echaba un poco para atrás lo endeble que veía toda su carrocería y su interior. Bueno, como no tenía un pavo ahorrado pedí un préstamo pequeño al banco porque me salía más rentable ese interés que el de la financiera del concesionario donde iba a comprarlo. Bueno, por suerte tenían que cambiarle no sé qué historia al coche y tuvimos que retrasar la compra. Me la sudaba, llevaba años sin coche así que no me importaba esperar. En esos días, un amigo mío y yo salimos de viaje (o intentamos, mejor dicho) en un Dacia Sandero que era de su hermano. No sé qué cojones paso en una rotonda, nada más salir de nuestro barrio, pero una furgoneta nos arrolló mientras se trataba de incorporar desde el carril segundo al de salida. El coche acabo de lado (por mi lado, concretamente) y hecho una puta mierda. Irreparable. A nosotros no nos pasó nada. Me pusieron un collarín en el momento pero poco más. Al día siguiente cancelé la compra de esa mierda de marca.