Gallo Quirico rebuznó:
Paréceme que ese Durruti era algo soplapollas...
No así el gran revolucionario ruso del siglo XIX y principal teórico anarquista, Mihail Bakunin.
"Marx es un judío y está rodeado por una pandilla de pequeños, medianamente inteligentes, astutos, ágiles y especuladores judíos así como los judíos lo son en todas partes agentes bancarios y comerciantes, escritores, políticos, corresponsales de periódicos de todas las tendencias políticas; en pocas palabras, corredores literarios así como son corredores de la Bolsa, con un pie en la Banca y el otro en el movimiento socialista, y con sus traseros sobre la prensa alemana. Se han apoderado de todos los periódicos y ya se pueden imaginar la nauseabunda literatura que producen.
Ahora, todo este mundo Judío, que constituye una secta explotadora, un pueblo de sanguijuelas, un parásito voraz, cercanos e íntimamente conectados el uno con el otro, sin importar no sólo las fronteras sino tampoco las diferencias políticas. Este mundo Judío está hoy a disposición de Marx o de Rothschild. Estoy seguro que, por un lado, los Rothschild aprecian los méritos de Marx y por el otro lado, Marx siente una inclinación instintiva y un gran respeto por los Rothschild. Esto puede parecer extraño. ¿Que podrían tener en común el comunismo y la Alta Finanza? ¡oh, oh! El comunismo de Marx busca un fuerte estado centralizado, y donde ello exista debe, inevitablemente, existir un Banco Central estatal, y dónde esto exista allí la parasitaria Nación Judía -que especula con el trabajo del pueblo- encontrará el medio para su propia existencia...
En realidad esto significaría para el proletariado un régimen de cuartel, bajo el cual los trabajadores y trabajadoras -convertidos en una masa uniforme- se levantarían, irían a dormir, trabajarían y vivirían al compás de un tambor; el privilegio de conducir quedaría en las manos de los técnicos y educados, con un amplio campo para negociados provechosos realizados por los judíos, que serían atraídos por la enorme extensión de las especulaciones internacionales de los bancos nacionales...
(Polámique contre les Juifs, Paris, 1872).
Qué diferente opinaban los líderes de las multitudes desposeídas antes de que sus enemigos se hiciesen por fin con TODOS los resortes del poder.