Dame una lista de enchufados y chupasangres del cine español.
La gran mayoría. No existe, hasta donde yo sé, mayor nepotismo ni mayor enchufismo en ningún sector de la industria -si es que al cine español se le puede llamar industria, que va a ser que no- que el del cine español, con la posible excepción de la Universidad pública -otra no-industria-, y todos sabemos cómo funciona el tema en ella.
Cada tipo que salta a la palestra trae de la mano a uno, dos o tres o cuatro amigos, familiares o follamigas que se quedan en el circuito y que, además, traen a su vez a cuantos amigos, familiares o follamigas pueden. Esto además, evidentemente, se hereda de padres a hijos. La endogamia es algo normal y cotidiano en este mundo. Las posibilidades de que sin talento ninguno, y tan sólo por estar chupando la polla correcta o ser hermano de alguien con talento te quedes en el circuito profesional son elevadísimas. Es más fácil ser actor sin tener talento si tu hermano ya lo es que serlo teniendo talento pero no teniendo padrinos.
Durante cierto tiempo de mi vida estuve bastante cerca del sector, conocí a mucha gente que estudió en los primeros años de existencia de la ECAM, a mucha gente que intentó hacerse, con la sola ayuda de su talento o su trabajo, un hueco. Y todos se daban de bruces contra el mismo muro:
el hijo de, el amigo de, el hermano de, el novio de, la novia de. Para estos eran los huecos, las plazas libres. Para estos el trabajo, y se podían contar con los dedos de una mano, y te sobraban cuatro, quienes tenían talento.
Ahora, si queréis, podemos hablar desde un punto de vista estrictamente de mercado. De cómo, por ejemplo, la gran triunfadora de los Poya ha tenido en salas menor recaudación que su presupuesto. De cómo se han gastado más dinero en la contratación de la campaña de publicidad de Camino que dinero ha generado en salas, y de en qué mercado al campeón que se gasta más en diseñar un producto comercial que en lo que consigue vendiéndolo se le aplaude y se le da un premio distinto al de una patada en el culo y un "no vuelvas más".