Pues yo estoy muy de acuerdo con Pentecost. Salvo cuatro casos contados, como por ejemplo la Marilol, a partir de cierta edad las mujeres pierden el atractivo físico, que está basado en las cualidades que trae consigo la juventud y que se pierden con el paso del tiempo, como ser prieta de carnes, la piel lisa y tersa o las tetas duras y sólidas.
Además, incluso desde un punto de vista puramente animal, desde un punto de vista reproductivo, sentir atracción por hembras infértiles es adaptativamente nefasto: reproductivamente lo que interesa para la preservación de la especie son las hembras fértiles, y dentro de estas las que tengan un fenotipo que denote capacidad física no sólo de engendrar, sino de mantener y alimentar hijos. Así, una vieja menopáusica es infértil y débil, y una joven escuchimizada sin tetas ni curvas es fértil pero no parece ser la mejor selección para la perpetuación de la especie. Una gorda tampoco, porque consume muchos recursos y también es débil, amén de que rebajan la calidad del pool genético.
A uno, si tiene la cabeza donde la tiene que tener, han de atraerle las tías que estén buenas desde un punto de vista estético, y una viejuna en bien pocas ocasiones lo es. A mí, con quince años, me gustaban las tías entre veinte y treinta. Con veinticinco, también. Con treinta y con treinta y nueve que voy a cumplir en unas semanas, también. Y cuando tenga sesenta y ochenta por supuesto que no volveré la cabeza para mirar a una de sesenta o de ochenta, pero sí para mirar a una de veinticinco, que me habré hecho viejo pero no gilipollas, y las tías de veinte años siempre tendrán veinte años. Que sí, que fulanita tiene 50 y todavía tiene un meneo, pero esas, por más casos que me pongáis, siguen siendo una excepción, y no se puede elevar la excepción a la regla. Marilol es excepción, no regla. La Obregón, a día de hoy, no es ni siquiera excepción, y cae dentro del grupo "a estas, ni mirarlas".
Que a día de hoy a uno se le ponga dura con ese pellejo reseco quiere decir que se tienen los puntos de mira desviados. Que ojo, que aquí hay gente que le gustan los tíos con tetas y me parece bien, o sea, que tampoco os estoy llamando nada, sólo os estoy diciendo que tenéis los puntos de mira desviados pero que si os queréis zurrar la sardina con vuestra abuela no seré yo el que te diga que no lo hagáis.