Más sabe el diablo por viejo que por diablo

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Erinia
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

Erinia

RangoAsiduo
Registro
4 Feb 2006
Mensajes
747
Reacciones
0
Hace un par de noches, vi algo que, no siendo de gran importancia, me impidió cumplir las pocas horas de sueño que me quedaban.

La gran ciudad, 2.10 de la mañana. Me encontraba caminando entre el gentío de la noche: putas, gays, malotes, parejas felices y solteros de cacería, inundaban las calles con sus griteríos e incongruentes historias. Y yo no era más que una mera espectadora -y ahora, narradora omnisciente- entre aquella muchedumbre, pues nunca he pertenecido a nadie ni nadie me ha pertenecido. Creo que es mejor así.

d9d782df43.jpg


Andaba, como decía, sola, de vuelta a casa después de dejar a unos amigos algunos metros atrás en un antro de mala muerte. Fue entonces cuando me encontré con una anciana -¿qué pintaba una anciana en un sitio como ése y a esas horas?- a la que hacía tiempo que no veía. Su nombre es... Vestía... Me saludó con un par de húmedos besos que tuve que devolver mientras mis labios notaban, muy a su pesar, el paso de los años en aquel rostro de vieja decrépita. No obstante, era y es una buena señora.

- Erinia, hija, ¿puedes acompañarme hasta la parada del metro que está a la vuelta de la esquina? Aquella zona está muy oscura y temo que algún gañán se lleve el dinero que me he ganado en la partida de Bingo.
- Claro, precisamente iba para allá, así que no se preocupe.

Puse la mejor de mis sonrisas. La vieja se agarró a mi brazo y comenzamos a caminar. Bueno, caminar, lo que se dice caminar... Digamos que esta señora tiene un concepto de la palabra caminar muy distinto al mío. Cosa lógica, por otra parte, teniendo en cuenta que la mujer tiene ya ochentaytantas primaveras. Así que decidí hacer una excepción comportándome como una persona benévola: amable, atenta y con predisposición a la charla.

El caso es que, tras unos tres minutos de una vacía conversación sobre el insufrible calor acontecido durante estas últimas semanas, notaba como el sopor se adueñaba de mí. Pero no tardaríamos en llegar al metro y sería entonces cuando, por fin, pudiese dejar a aquella pesada abandonada a su suerte en algún vagón mientras una servidora se excusaba diciendo que aquel no era su destino. Una larga avenida que se encontraba repleta de diversos tipos de puestos ambulantes presididos por familias de inmigrantes peruanos, ecuatorianos y chinos, era lo único que teníamos que atravesar.

Iba distraída, haciendo caso omiso a las neuras de la anciana, cuando, de pronto, me fijé en un grupo de jóvenes que marchaba en dirección opuesta a nosotras y que, entre risas, iba acelerando el paso. Nada hacía sospechar que aquellos mozalbetes habían hecho de las suyas, quizá asustando a alguna chiquilla o bien ahuyentando a algún animalillo lanzándole piedras. Segundos después, pude comprobar que no era una pequeña fechoría aquella que acababan de cometer. De uno de aquellos puestos salió una mujer peruana, de unos treinta años de edad, muy bajita, tras ellos. Giré disimuladamente la cabeza varias veces y pude observar por el rabillo del ojo lo siguiente: la mujer les alcanzó y uno de los jóvenes le devolvió de muy malas maneras varias cajitas sorpresa que habían robado descaradamente del puesto de aquella mujer. Así pues, habiéndole empujado las cajitas contra su pecho, le gritó:

- Aquí tienes, zorra indígena.
- Toma, pedazo de cerda, ahí tienes, todo para ti – espetó otro mindundi más atrás.

4483cefef6.jpg


La chica retrocedió unos pasos atrás a causa de la fuerza con la que el tipo le entregó sus cajitas y volvió, resignada, hacia su puesto, donde la esperaba su hija, de unos diez años.

74575e83f1.jpg


Me sentí impotente, llena de rabia, porque no pude hacer nada y, aunque lo hubiera hecho, ¿de qué hubiera servido? Aquellos mal nacidos seguirían burlándose de la gente que les plazca, independientemente de que la víctima hubiera nacido en España, Suiza o en Tombuctú.

- Llorando no conseguirás nada... – me dijo la vieja al notar cómo me empezaba a ruborizar medio enfadada, medio triste por la situación.

0c28b89210.jpg


No tardó, pues, en pedirme que nos parásemos un momento para ver unos pendientes. Precisamente, fue en el puesto de esta chica. La hija de la mujer me sonrió. He de confesar que no soy muy dada a tratar con niños y que, por ello, me sorprendí al ver que a esa pequeña le parecí simpática. Me arrodillé y le pregunté su nombre y su edad. La vieja se compró unos pendientes de plata con moneditas. Tiene el gusto en el culo, pensé. Yo le compré a la niña una cajita sorpresa, de esas que aquellos gamberros intentaron robar. También me compré yo una. La abrimos juntas mientras mi acompañante pagaba a la mujer. A la niña le tocó un peluche de un tigre y a mí un yo-yo con luces y música. Se lo di.

61865bf29b.jpg


Fue entonces cuando dejé de sentirme tan impotente y una sonrisa se dibujó en mi cara.

Quizá hubiera dado mucho más juego que les hubiera contado que, por ejemplo, me enzarcé en una pelea callejera contra aquellos muchachos. Pero lo cierto es que me siento mucho mejor, aun en el hipotético caso de que, si hubiera ocurrido tal escaramuza, les hubiera ganado. De todas formas, esto último, a no ser que la vieja se hubiera sacado del bolso un par de zapatillas de Kung Fu y un par de cuchillos y hubiéramos empezado a repartir leña al unísono al más puro estilo Kill Bill, dudo que hubiera pasado, ciertamente.

d409b54865.jpg


Llorando no conseguirás nada.

Tenía razón aquella maldita vieja.
 
Esto es un fake para que abramos nuestros corazones. El último tren no pasa más tarde de la 01.45.
 
Un boddhisatva camina por una aldea, alguien se acerca y le dice:

- Maestro, hace pocos días, un hombre santo de otra región no llevaba monedas para pagar al barquero que le debía hacer cruzar el río. Como el barquero se negó a llevarle gratis, el iluminado cruzó andando sobre las aguas. ¿Serías tú capaz de repetir ese milagro?

El hombre pensó un instante y preguntó al aldeano:

- ¿Cuánto dices que costaba aquel peaje?
- Dos monedas -contesto el otro.
- Eso es justo lo que valía aquel milagro.

Y el boddhisatva siguió paseando.
 
CLITORIANO II rebuznó:
No me ha gustado.

Tampoco lo he leido.

Pero no, no me ha gustado

Léetelo, está muy bien escrito y es una historia muy bonita.

Además os ha separado bien los párrafos y ha puesto imágenes, para que no podais ni meter baza.
 
Antígona rebuznó:
Además os ha separado bien los párrafos y ha puesto imágenes, para que no podais ni meter baza.

Más vale que tenga un plan B, como por ejemplo, fotos de sus tetas.
De hecho no es un ejemplo, es lo único que sirve y que queremos.
 
o sea, en mi puta mierda de opinión que no vale ni para tomar por culo, que te topaste con unos foreros de pl, le compraste un huevo a una sudaca y te pusiste una compresa con alas. Y todo en un dia :shock:
 
odio el sentimentalismo que teneis las tias cuando estais en menstruacion, has manchado las braguitas? pues nada hija, una ducha y como nueva.
 
Antígona rebuznó:
CLITORIANO II rebuznó:
No me ha gustado.

Tampoco lo he leido.

Pero no, no me ha gustado

Léetelo, está muy bien escrito y es una historia muy bonita.

Además os ha separado bien los párrafos y ha puesto imágenes, para que no podais ni meter baza.


Si las fotos no son de sus tetas no valen para nada.

Si lo son, tampoco.
 
erinia es clon de juvenal
y ahora ha invocado un conjuro de tedio con +50.0000 de maná negro
que cabrón
 
Resumen: Erinia va sola por la calle, de noche, se encuentra a una asquerosa vieja que le pide que la acompañe a la farmacia de guardia a por viagra para el abuelo, ella acepta encantada ya que ella iba de camino para comprarse la pildora del dia despues.
Como en la farmacia no tenian pildoras, ella se hecho a llorar a lo que la anciana le espeto, Llorando no conseguiras nada, aborta, niña aborta.

Moraleja: Hilo especial para escritores frustrados, como por ejemplo un certamen de literatura putalocurienses. No es mala idea.
 
Ls unicas fotos que se agradecerian a la vista serian las de las tetas de la escritora o la de los jovenzuelos tirando las "cajas sorpresa" a los sudacas.
 
Erinia rebuznó:
pues nunca he pertenecido a nadie ni nadie me ha pertenecido. Creo que es mejor así.

[Luz intimista y una melodía suave de saxo sonando]

A mí sin embargo me gustaría ahondar más en ese aspecto.
 
Con toda esta mierda supongo que nos quieres decir que no vales para participar en un Holocausto, pues vale pero podrías haberlo dicho en 2 frases y no en un ladrillo disimulado con fotos.
 
la vieja del bingo compró los pendientes,pero era una distracción para mangar otras dos docenas de collares y 5 cajitas sorpresas,cuyo importe hubiera permitido a la pequeña indígena ir a la universidad algún día...más sabe la binguera por vieja que por binguera
 
Hasta cuando os lo ponen a huevo sois cutres. No he visto mayor monumento al egoísmo en este foro desde hace mucho y aún hay quien cree que esta chica hizo una buena acción.
 
Según he entendido la moza está jodida porque no aprendió kárate cuando en el colegio le dieron a elegir entre ello y las clases de macramé, la vieja está jodida porque es vieja y además la única persona que parece querer ayudarle no sabe kárate y entonces no le sirve para nada.

Los chavales que se dedican a mangar en puestos de sudamericanos son unos perdedores porque, aparte de la mierda de robo en la mierda de sitio, van y devuelven lo robado que ya hay que ser gilipollas.

La niña del puesto de cosas sudamericanas ve a la autora como una pobre inútil y le sonrie condescendiente y la otra no lo pilla porque no sabe qué quiere decir "condescendiente".

En definitiva: nena, deja de pasear sola a esas horas que al final vas a tener un disgusto si te viola la vieja del bingo.
 
Como se pueden usar tantas palabras para contar nada y que sea un puto coñazo. Es en estos "textos" donde uno puede practicar las técnicas de lectura rápida, leer solo las palabras de los extremos de cada linea, la lectura de dos en dos lineas, etc.

La solución son 3 datos:

-Encontrar vieja
-Ver una gamberrada
-Comprar cosas a una sudaca.

Sí lo aciertas ganas

Resumiendo, "Junta Letras".
 
Erinia tiene el don de la elocuencia, convierte un hecho en algo épico y apasionado
 
Atrás
Arriba Pie