Filimbi
Muerto por dentro
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Amigos, si estáis leyendo este hilo significa que estoy vivo.
Esta mañana me ha pasado algo increíble de creer, estoy aún en shock. Como hago todos los días, cojo la bici y doy una vuelta con ella. Tenía un par de horas por delante y decidí dar una tirada corta, puse el google maps en el móvil y decidí pedalear hasta Madrid.
Llevaba 100 kilómetros cuando me di cuenta de que no era mi bici sino la de mi hija, ¿que cómo me enteré? Fácil. Mi bici es de montaña y ésta era de Frozen y llevaba ruedines. No le di más importancia, todo está en la mente.
Durante el trayecto noté que varias furgonetas me seguían, no le di mucha importancia. A la altura del puerto Pajares una furgoneta me embistió, lanzándome 500 metros más allá. No me dio tiempo a volver en mí cuando centenas de gitanos salieron de las 4 furgonetas, me rodearon y me dijeron quiénes eran. Hace 10 años publicaron mis fotos y datos en un foro de gitanos, leyeron mis hilos y llevaban una década buscándome para acabar con el matagitanos. El problema, me dijeron, es que pedaleaba muy rápido y no me alcanzaban.
Los gitanos empezaron a patearme la cabeza, uno me dio 27 puñaladas mortales en el corazón, los demás aprovechaban a robarme lo que podían y se llevaron hasta las ruedas de la bici de mi hija. Triste e irónico final, pensé. Uno de los gitanos me robó mi pin del Oviedo de la solapa. Mis ojos estaban inyectados en sangre. Realmente era de las hostias que me dieron, pero es lo que se suele decir. Era algo así.
Me levanté iracundo y le solté una hostia a rodabrazo al que tenía el pin. La cabeza salió volando y una veintena de gitanos se fueron corriendo. El resto se abalanzaron hacia mí con palos, guadañas, una navaja de 20 dedos que usaban para pelar manzanas, o eso decían. Las hostias a rodabrazo y contraviento se alternaban, los gitanos iban cayendo derrotados. Otro par me apuñalaron en la espalda y me dispararon pero recordé la técnica de Amroth Elendil en China y me levanté como pude. Tras acabar con todos los gitanos, decidí hacer con sus furgonetas como hacían Ryu y Ken con el coche en Streeth Fighter II.
De las 4 furgonetas, realmente no tuve que hacer mucho, ya venían como el coche de la foto. Algunas no tenían retrovisores, la pegatina de la ITV era de hacía 20 años. Y a mí multándome por entrar en las rotondas en cuarta y a dos ruedas con el C2. Qué puta vergüenza de país.
Me recompuse como pude y fui camino de la bicicleta de mi hija. Las ruedas y los frenos no estaban pero sí estaban los ruedines. Nada más tenía que subir el Pajares con ellas puestas, sonaba difícil pero un titán del foro mancuernas como yo puede con todo. Lo que peor pinta tenían eran las 27 puñaladas mortales y los disparos, pero como en su día le decían a Rocky "No hay dolor".
Al llegar a Oviedo fui al centro de salud y me recetaron paracetamol y agua para las puñaladas. Ahora mismo acabo de tomarlo y ya me noto mejor.
Algunos envidiosos dirán que es todo inventado, o una parte. En alguna parte sé que he exagerado. Igual no fueron 27 puñaladas mortales y fueron 26, no me dio tiempo a contarlas todas.
Esta mañana me ha pasado algo increíble de creer, estoy aún en shock. Como hago todos los días, cojo la bici y doy una vuelta con ella. Tenía un par de horas por delante y decidí dar una tirada corta, puse el google maps en el móvil y decidí pedalear hasta Madrid.
Llevaba 100 kilómetros cuando me di cuenta de que no era mi bici sino la de mi hija, ¿que cómo me enteré? Fácil. Mi bici es de montaña y ésta era de Frozen y llevaba ruedines. No le di más importancia, todo está en la mente.
Durante el trayecto noté que varias furgonetas me seguían, no le di mucha importancia. A la altura del puerto Pajares una furgoneta me embistió, lanzándome 500 metros más allá. No me dio tiempo a volver en mí cuando centenas de gitanos salieron de las 4 furgonetas, me rodearon y me dijeron quiénes eran. Hace 10 años publicaron mis fotos y datos en un foro de gitanos, leyeron mis hilos y llevaban una década buscándome para acabar con el matagitanos. El problema, me dijeron, es que pedaleaba muy rápido y no me alcanzaban.
Los gitanos empezaron a patearme la cabeza, uno me dio 27 puñaladas mortales en el corazón, los demás aprovechaban a robarme lo que podían y se llevaron hasta las ruedas de la bici de mi hija. Triste e irónico final, pensé. Uno de los gitanos me robó mi pin del Oviedo de la solapa. Mis ojos estaban inyectados en sangre. Realmente era de las hostias que me dieron, pero es lo que se suele decir. Era algo así.
Me levanté iracundo y le solté una hostia a rodabrazo al que tenía el pin. La cabeza salió volando y una veintena de gitanos se fueron corriendo. El resto se abalanzaron hacia mí con palos, guadañas, una navaja de 20 dedos que usaban para pelar manzanas, o eso decían. Las hostias a rodabrazo y contraviento se alternaban, los gitanos iban cayendo derrotados. Otro par me apuñalaron en la espalda y me dispararon pero recordé la técnica de Amroth Elendil en China y me levanté como pude. Tras acabar con todos los gitanos, decidí hacer con sus furgonetas como hacían Ryu y Ken con el coche en Streeth Fighter II.
De las 4 furgonetas, realmente no tuve que hacer mucho, ya venían como el coche de la foto. Algunas no tenían retrovisores, la pegatina de la ITV era de hacía 20 años. Y a mí multándome por entrar en las rotondas en cuarta y a dos ruedas con el C2. Qué puta vergüenza de país.
Me recompuse como pude y fui camino de la bicicleta de mi hija. Las ruedas y los frenos no estaban pero sí estaban los ruedines. Nada más tenía que subir el Pajares con ellas puestas, sonaba difícil pero un titán del foro mancuernas como yo puede con todo. Lo que peor pinta tenían eran las 27 puñaladas mortales y los disparos, pero como en su día le decían a Rocky "No hay dolor".
Al llegar a Oviedo fui al centro de salud y me recetaron paracetamol y agua para las puñaladas. Ahora mismo acabo de tomarlo y ya me noto mejor.
Algunos envidiosos dirán que es todo inventado, o una parte. En alguna parte sé que he exagerado. Igual no fueron 27 puñaladas mortales y fueron 26, no me dio tiempo a contarlas todas.
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