snow
Freak
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Esta mañana amanecí con la mitad de la cara hinchada y de color violáceo a consecuencia de la caida de ayer. Después de compadecerme un poco de mi misma y mis tristes circunstancias personales me acordé de mi amigo el rumano de la tienda y decidí ir a hacerle una visita.
A media mañana me dí un paseo hasta la tienda y allí estaba el hombretón, con su enorme tamaño, el pelo negro tapándole parte de la cara y la sonrisa habitual. Bueno, la sonrisa habitual no porque faltaba algo, los dos dientes de oro.
Mientras él me saludaba en su lengua ininteligible y me preguntaba por mi herida en la barbilla yo me dejaba hechizar por el hueco creado por la ausencia del metal y le explicaba la verdad sobre mi torpeza.
A duras penas he entendido que los dientes se los hizo sacar por un dentista al dia siguiente del intento de robo y que los vendió. Y debe ser que los dientes de oro cotizan al alza en el mercado porque se ha comprado una minicadena que tiene puesta en la tienda y en la que pone una extraña música cíngara muy alegre.
El me ha contado que "las mútica", como llama a la minicadena, le traerá menos problemas, que está muy guapo sin los dientes y que yo debería vender mis pendientes si no quiero que "me retordan las orellas" que no sé muy bien que es pero que incluso me dá igual.
El caso es que para celebrarlo nos hemos tomado unas coca-colas de su tienda e incluso ha intentado enseñarme como se baila esa música tan rara. Ya no tiene dientes pero conserva una apariencia fascinante y además puede poner todos los cd's que quiera en su minicadena.
Decia mi abuela que no hay mal que por bien no venga...
A media mañana me dí un paseo hasta la tienda y allí estaba el hombretón, con su enorme tamaño, el pelo negro tapándole parte de la cara y la sonrisa habitual. Bueno, la sonrisa habitual no porque faltaba algo, los dos dientes de oro.
Mientras él me saludaba en su lengua ininteligible y me preguntaba por mi herida en la barbilla yo me dejaba hechizar por el hueco creado por la ausencia del metal y le explicaba la verdad sobre mi torpeza.
A duras penas he entendido que los dientes se los hizo sacar por un dentista al dia siguiente del intento de robo y que los vendió. Y debe ser que los dientes de oro cotizan al alza en el mercado porque se ha comprado una minicadena que tiene puesta en la tienda y en la que pone una extraña música cíngara muy alegre.
El me ha contado que "las mútica", como llama a la minicadena, le traerá menos problemas, que está muy guapo sin los dientes y que yo debería vender mis pendientes si no quiero que "me retordan las orellas" que no sé muy bien que es pero que incluso me dá igual.
El caso es que para celebrarlo nos hemos tomado unas coca-colas de su tienda e incluso ha intentado enseñarme como se baila esa música tan rara. Ya no tiene dientes pero conserva una apariencia fascinante y además puede poner todos los cd's que quiera en su minicadena.
Decia mi abuela que no hay mal que por bien no venga...