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mister4 rebuznó:Podríamos aprovechar y contar lo que hacemos de resaca, ¿os hace?
Emogado rebuznó:No sé qué coño me pasa, por eso os pido consejo.
Emogado rebuznó:No, pero fueron muchos años de relación. Sé que no debo hacerlo, que no volver a dar señales de vida ha sido lo correcto pero la cabeza me pide una cosa y el corazón (que no la polla) otra.
No, no, fuimos a pubs de fies, ni se le pasó por la cabeza llevármela a un motel o similares.
Lo que os he contado es, precisamente, lo esencial. No sé qué coño me pasa, por eso os pido consejo.
La media de edad era 30.
Black Adder rebuznó:Play.
El otro día me recordaron esta canción e inevitablemente hice una regresión infantil por aproximación, la música es un generador de recuerdos de la infancia. De veranos en el pueblo. De cabañas sobre los árboles. O de esperar cada verano para ver si había crecido el pequeño río que siempre recordaba seco.
De veranos donde los tractores podían ser naves espaciales,
y las urbanizaciones de los barsalunins las calles imaginarias de misiones ultra-secretas y familiares.
De imaginarme gamberradas de inyección letal tipo marcar los dedos en ventanas comedoriles, de colarse en jardines cualesquiera y acariciar el pomo de una puerta ajena.
De observar en silencio de noche una gasolinera que parecía que en cualquier momento tuviera que despertar y tragarte vivo, o de observar un árbol que parecía que tuviera que abrazarte en plan monstruil, como si el ahogamiento fuera una venganza por los peldaños que mordimos en su tronco para alcanzarlo y llenarlo de sábanas viejas y sofás harapientos, y construirnos un microcosmos a medida. Un búnker de Berlín. Un pedazo de cielo en la copa de un pino.
En la piel todos llevamos tatuajes invisibles de aquellos días en los que las aventuras parecían infinitas, y nadie creía seriamente que algún día nos haríamos mayores. Nos consolábamos pensando que conseguiríamos derrotar el tiempo y darle la vuelta al universo, vivir el amor más intenso, la amistad más firme.
Y aún no teníamos bastantes recuerdos como para no poderlos ordenar y catalogar como en un juego del teléfono con nosotros mismos, un retrovisor alfombra.
Y por eso cada vez que me cogiérais y me plantárais en plan canvi de lloc instantani delante del jardín de la calle del pueblo, y recordara aquél pedazo de cielo que ya no es mío ni es nuestro, lloraría por dentro todas y cada una de las veces con desconsuelo.
Porque recordaría el día en que me di cuenta de que el río pequeño sería siempre seco y escaso, y el tiempo un asesino implacable.
Ekoman rebuznó:Míralo por el lado positivo..........
Ponte de nuevo en contacto con esa chica rubia y trata de quedar con ella para tomar un café. Conócela y descubre si te cae bien o no. O si puede servir para hacerte conocer a otra gente, o a otras tías. O para follar sin compromisos.
Si estás mal es porque te da la gana, hamijo.
Emogado rebuznó:No tengo presente ni futuro.
Emogado rebuznó:Todos los días pienso en amigos novias fiestas sentirme vivo.
Emogado rebuznó:Tiene 21 años, por el amor de Lol, lo poco que hay que conocer ya lo conocí ayer. No me interesa ni movería un solo dedo por intentar algo con ella.
Emogado rebuznó:Lo que sí me preocupa es cómo habré quedado a ojos del resto del grupo, van a pensar que soy un puto bicho raro que no sabe beber y la idea es que se diesen cuenta en la tercera o cuarta cita
Emogado rebuznó:¿Crees que se producirá el efecto harén? ¿Si vuelvo a quedar con ellos, el resto de mujerzuelas se mostrará más receptivo hacia mi persona?
Emogado rebuznó:Resaca´s fairy tales
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