Morirse por dentro.

stavroguin 11

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14 Oct 2010
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Abro este hilo ya que el amigo saca-al- tarado no recoge el guante lanzado en otro lugar. Quizás porque él vive su lucidez de manera festiva y relajada, y yo suelo pintar mis conclusiones de colores sombríos.

La muerte interior no suele ser súbita, cardíaca, inapelable, como un corazón fibrilante que de repente traiciona a su portador. Suele recordar más a las enfermedades degenerativas, que primero te anquilosan un poco las extremidades, más tarde te obligan al bastón, luego a la silla de ruedas para acabar con traqueotomía y ventilación mecánica.

Empiezan como una punzada insidiosa que poco a poco va haciéndose más sensible, aunque procures minimizarlo cual ventana abierta en el ordenador. Luego va dominando tu mente y tus estados de ánimo hasta fagocitarlo todo. Y la idea que se impone es la siguiente: la vida es una fiesta a la que ya no estás invitado. No merece la pena moverse de un lado para otro, porque no hay nada para ti en ninguna parte.

Recuerdo perfectamente el primer síntoma:una escala de 24 horas en la que otrora fue mi ciudad favorita: La Habana. Una bella expectativa de callejeo, de comprar libros antiguos en la Plaza de Armas, de una buena cena criolla con habano, de elegir a la mejor puta entre un millón...

Pero no hice nada.

Me quedé sentado en el hall del hotel, sorbiendo una cerveza, luego dos, tres, muchas... en algún momento comprendí que no saldría de allí en todo el día, que ya no tenía motivación ni interés lúdico de ningún tipo que me obligase a trasponer el umbral de la puerta...

Poco a poco fueron siguiendo más cambios: abandoné casi por completo la vida nocturna, dejé de dirigirle la palabra a las mujeres que trabajan conmigo si no era estrictamente necesario, empecé a relativizar amistades que otrora eran sagradas cuando vi que empezaban a distanciarse, empecé a considerar cualquier contacto humano con una perspectiva cínica y oportunista. Sólo la proyección a mi trabajo, las putas y un par de aficiones que me llenan me renovaban un poco el alma.

No me considero portador de una inteligencia deslumbrante, pero tampoco soy gilipollas para esperar un súbito cambio que pinte mi vida de color de rosa, conociendo a una mujer que valga la pena. Sé perfectamente como funcionan casi todas y aquella energía cargada de mala hostia que me permitía lanzarme a por ellas como si en lugar de una mísera pareja de dieces tuviese un poker de ases ha desaparecido para siempre hace ya mucho tiempo. Me miro en el espejo y veo un cuarentón entrecano, con arrugas en la comisura de los ojos y el desencanto pintado en la facies, que lo único que espera de la vida es que no le toquen los cojones más de la cuenta.

A veces miro a personas solitarias una década más viejas y veo mi futuro retrato. No es fácil asumirlo, pero es lo que me espera: ser un perfecto desubicado, un outsider que no se interesa y no interesa a nadie.

Cuando quiero recrearme en mi solipsismo autocompasivo, nada mejor que releer este poema de Borges:


A QUIEN YA NO ES JOVEN

Ya puedes ver el trágico escenario
Y cada cosa en el lugar debido;
La espada y la ceniza para Dios
Y la moneda para Belisario.
¿A qué sigues buscando en el brumoso
Bronce de los hexámetros la guerra
Si están aquí los siete pies de la tierra,
La brusca sangre y el abierto foso?
Aquí te acecha el insondable espejo
Que soñara y olvidará el reflejo
De tus postrimerías y agonías.
Ya te cerca lo último. Es la casa
Donde tu lenta y breve tarde pasa
Y la calle que ves todos los días.


Al acabar la lectura trago saliva. Y entonces descubro que el miedo sabe a ceniza fría.
 
Se llama depresión y aunque la gente asocia la depresión con un trauma que arruina repentinamente tu estado de ánimo, la mayoría de las veces no es así.

La depresión avanza lenta e inexorable, hasta el punto de que no te das cuenta de que la tienes. Tienes muchas ideas preconcebidas sobre la depresión e intentas encontrar un punto de origen y una causa pero no funciona así porque la causa está en esa máquina que es el cerebro.

No existe el espíritu. La depresión no es ninguna enfermedad del alma sino el resultado de que esa máquina neuronal no funciona como debiera por algún problema "mecánico". Mucho menos es una "revelación", una especie de clarividencia que hace a su poseedor un ser superior. El Buda que abandonó su palacio y su harén para vivir como un mendigo en busca del nirvana no era más que un individuo cuyo cerebro empezó a funcionar mal porque no producía suficiente seratonina.
 
Podría escribirle un tocho enorme, tipo enciclopedia británica, podría darle mil motivos de aliento, pero prefiero resumirlo porque ya he aprendido bien que es mejor ser breve y conciso para que se entienda mejor.

No se autocompadezca y quiérase más a sí mismo. No se martirice, no se dé pena. Con el tiempo, usted mismo se lo agradecerá. No tiene que esperar que aparezca ninguna mujer en su vida para ser feliz. No tiene que esperar a nada ni nadie. Es verdad que somos animales gregarios, que necesitamos algunas veces tener pareja, de disfrutar de alguna compañía, de desterrar la soledad de las noches sin nadie a nuestro lado, pero, ¿es imprescindible? Si aparece alguien, bien (o tal vez no), pero eso no es determinante. Sólo le hará falta usted mismo, quererse, buscarse, intentar no descender en esa caída libre de la desesperanza y la anhedonia, palabra que usted posiblemente conozca perfectamente. Quiérase más. Usted tiene medios, dinero, bienes propios, posibilidades de viajar, de comprar lo que necesita cuando lo desee. El mundo está lleno de placeres, de belleza. Debería comprender bien lo que le digo.

P.D: Y, por dios, evite poner poemas de Borges. Como escritor de relatos y cuentos, ha sido una de los más fértiles, extraordinarios y fructíferos narradores que ha visto la Humanidad, uno de los más grandes, pero como poeta... válgame el cielo. No.
 
- Maestro, esoy desanimado. ¿Qué hago?
- Animar a los demás
 
tristeza infinita oija

si la cultura en cualquiera de sus vertientes o una simple y larga cena de pedete y chachareo con hamijos ya no le motiva suicidese, hablo en serio, para que seguir
 
No voy a darte consejos, sería cínico hacerlo ya que yo no soy precisamente un ejemplo a seguir. Sin embargo ánimos sí que puedo mandarte, pues eso que ánimo ;)
 
Yo también creo que es una depresión, mi consejo es que acuda a un especialista gratiuto de la seguridad social e intente cambiar el chip.Yo soy viejo desde que tenia 16 años.

Murió como vivió...sin ganas....muhahaaaa..!!Calla!!...gñe.
 
Me cago en la reputa leche que habéis mamado, jodidos.

¿Qué cojones tendrá que ver la velocidad con el tocino?

El hastío vital, el desengaño del género humano, la percepción clara del envejecimiento y de la muerte no tienen nada que ver con una puta depresión.

En primer lugar, y días duros aparte, sólo he estado verdaderamente deprimido en una ocasión. No tiene nada que ver ese pesimismo enfermizo y brutal fruto de un desequilibrio de los neurotransmisores cerebrales con las conclusiones fruto de la lucidez que emana del análisis de lo que la vida puede ofrecernos a partir de un determinado momento.

Un maduro desengaño, asumido con adultez y hombría, no necesita palmaditas en la espalda, ni ánimos, ni pollas en vinagre.
Recrearse en la melancolía y en la misantropía de vez en cuando no tiene nada que ver con llorar pañuelo en mano.

Solo decirle al amigo Ahora EsEm que no comparto su literaria opinión sobre Borges: sus poemas, sobre todo los iniciales ("Fervor de Buenos Aires", "Luna de enfrente"), pertenecen a las grandes creaciones del género humano.

Y al maricon de chichi calabria o como se diga, que le retransmita a su puta madre la recomendación de suicidio.
 
stavroguin 11 rebuznó:
Me cago en la reputa leche que habéis mamado, jodidos.
...

Y al maricon de chichi calabria o como se diga, que le retransmita a su puta madre la recomendación de suicidio.

Ya vuelve a estar lleno de vida.
 
Otro gilipollas para el ignore.

Recuerdos al imbécil de Yates y a la puta de Indiferencia. Y a su puta madre, claro.
 
pero quienes son indiferencia y el tal yates? de que hablas? :53

mas tags de lol: percebeiro bipolar , preparando la soga ;)
 
Me hallo justamente en el peldaño inferior al que pisa el compañero Stavro, debería "hacer cosas" para no seguir subiendo esta escalinata hacia el ascetismo patológico y huraño, hacia un supuesto ático de los horrores, frío y oscuro, en el que parece que muchos, nos conformamos acabar nuestros días. Pero ¿que motivación habría de alimentar un cambio vital a estas alturas? Ya se supone que viví, y no me gustó, probé magreé, bebí ,comí, hice ¿hamijos?¡¡¡MUAHAAHAHA!!! Todo es una puta mentira, un teatro, una pantomima, el supuesto placer de otros, lo haces tuyo y finges, finges que lo pasas bien, que la vida es genial, que eres afortunado, pero...¿que recuerdos han quedado de todo aquello? ni una mínima reminiscencia de esa época me hace esbozar una sonrisa, tampoco saltaron espectaculares fuegos artificiales cuando en esos tiempo pretéritos honraba los dogmas de Baco ....y es que me temo que yo ya había sido "ejecutado" al alba de de mi adolescencia, el hombre que soy ya nació muerto, ¿un muerto en un mundo de vivos? ¿o quizás soy un vivo en un mundo de muertos? Siéntase afortunado Strav porque con paso de los años a mí me dá la impresión de que la segunda opción es la correcta...¿o acaso no percibe ese nauseabundo hedor a podrido que el prójimo suele desprender? El de ellas, especialmente intenso.
 
stavroguin 11;4329318[QUOTE rebuznó:
mi ciudad favorita: La Habana.
[/QUOTE]

La lástima fue que no encontrase por alli a Jinetero, quien por unos pocos pesos cubanos le hubiera petado el ojarasco. A lo mejor es eso lo que echa en falta.



Otro gilipollas para el ignore.

¿A nadie le suena esto? :pringui

Recuerdos al imbécil de Yates y a la puta de Indiferencia.

El unico que recuerda esos users eres tú, por razones evidentes.

Y a Calabria ni tocarlo, triste maricón hijo de la gran puta.
 
THORNDIKE rebuznó:
Siéntase afortunado Strav porque con paso de los años a mí me dá la impresión de que la segunda opción es la correcta...¿o acaso no percibe ese nauseabundo hedor a podrido que el prójimo suele desprender? El de ellas, especialmente intenso.

Encontrar un ambientador que camufle ese tufo a cadaverina se me asemeja misión imposible. A los cadáveres se les entierra o incinera, y si no se puede, se aleja uno de ellos. Buen post.

Elmer Batters rebuznó:
La lástima fue que no encontrase por alli a Jinetero, quien por unos pocos pesos cubanos le hubiera petado el ojarasco. A lo mejor es eso lo que echa en falta.





¿A nadie le suena esto? :pringui



El unico que recuerda esos users eres tú, por razones evidentes.

Y a Calabria ni tocarlo, triste maricón hijo de la gran puta.

Ignoro si lo he ofendido de alguna manera o si ha cambiado recientemente de proveedor de drogas. En todo caso, vuelva por aquí cuando se le pase el colocón o el enfado.
 
y yo que sigo sin enterarme de que va el broquil

como siempre soy el ultimo en enterarme de los chismes
 
baron_harkonen rebuznó:
Se llama depresión y aunque la gente asocia la depresión con un trauma que arruina repentinamente tu estado de ánimo, la mayoría de las veces no es así.

La depresión avanza lenta e inexorable, hasta el punto de que no te das cuenta de que la tienes.
Si la depresión la curasen las putas pues tendría sentido ir...en vez de meterse en psicoterapias y psicólogos de esos.

Lo que pasa es que es difícil que una tía que le tengas que pagar por follar te pueda curar la depre (aunque puede ocurrir dicho milagro).

Más bien, al revés: cuando no tienes depresión es cuando estás en condiciones de irte de putas.
 
A mí esta sensación también me viene de vez en cuando, para mí es la puta gente, son pocas las personas en este mundo que desprenden alegría o un mínimo de compañerismo por el simple hecho de ser personas, pero si lo piensas, la mayoría tiene problemas de todo tipo (económicos, familiares, mentales, etc).

Todo esto se transmite, lo proyectan quieran o no y se estampa en nosotros infectándonos, por eso hay que intentar que no nos contamine, si no su amargura termina amargando y te vuelve como uno de ellos, (que le voy a contar a alguien que me supera en edad como tú).

La verdad es que es jodido por que la mayoria de personas van a lo suyo, como es lógico, cada vez noto que hay menos solidaridad y más competitividad, te puedes estar muriendo de hambre en la calle y al mundo le importas una mierda, no me extraña que viendo lo que hay haya veces que esto nos joda por un lado u otro.

Ahora aún soy joven, pero cada vez siento más hastio hacia la sociedad y me jode por que me doy cuenta de que es algo que me autodestruye por que implica que cada vez me socialice menos, esto me molesta por que es como el pez que se muerde la cola, esta retroalimentación agrava aún más mi hastio y hace que la bola crezca aún más, espero pararlo.

Luego ya esta el otro mundo aparte, el de la mujer, podría decir muchas cosas pero el de la que despide L`Orealismo y que no vale una mierda, se cree lo mejor y mira a los demás con desprecio, este rezumamiento es el que más me jode, dan ganas de soltar una hostia..., que se le va a hacer, lo mejor es aceptar que esa es su condición de vida y lo mejor es teniendo eso en cuenta darnos por convencidos de que por eso muchas son así, es su naturaleza, su coraza ante el mundo.
 
El tiempo libre es un arma de doble filo; puede llenar nuestra existencia con momentos estupendos, o puede enterrarnos en el más profundo de los hastíos. ¿Les suena? Esos domingos malditos, esos días de la lona, esos días de vacaciones que no sabemos que hacer con ellos... la de veces que he pensado en ir a la oficina los fines de semana. Al menos me siento útil realizando mis tareas y con la ventaja de que estando solo trabajo mejor.

Hamijos, hay que mantener la mente ocupada. Encontrar una actividad (o varias) que podamos realizar individualmente, por el puro y simple placer de hacerlas y observar nuestros progresos.

Si no le es posible practicar el submarinismo siempre que desee (viajes, disponibilidad, mal tiempo, salud...), búsquese otras cosas qué hacer. Ya que tiene la suerte de tener comida y techo solucionados, abstráigase del mundo y viva.

Deporte, literatura, idiomas, cine, música, bellas artes, ciencia... crear, en una palabra. Eso es lo que ha movido al hombre siglo tras siglo. Motívese y cree ustec también. No por el valor que puedan darle otros (nadie le obliga a dar a conocer sus obras), sino por el que ustec mismo le otorgue, y por todas esas horas que ha invertido, aprendiendo, equivocándose hasta dar con el resultado final.

Y que le jodan al mundo.
 
No pasa nada, quien le haya diagnosticado depresión no sabe de la misa a la media acerca de estos asuntos. Aquello a lo que usted se enfrenta se denomina lucidez y eso que al principio parece un enemigo mortal al cabo de un tiempo, cuando se aprende a distinguir la riqueza de sus claroscuros, acaba por convertirse en su principal aliada.

Comience a relamerse porque le esperan nuevas ambrosías si es capaz de paladearlas, acostúmbrese a nuevos sabores, sepa que las visiones burlonas, descarnadas y afiladas acerca del mundo, de sus semejantes, de la familia, de las relaciones, de la estructura social, del mundo laboral, etc. le van a proporcionar un grado de LOL infinitamente más refinado que el que pudiera haber soñado. Deje de lado la chanza, el chiste fácil y la carcajada y pásese a la sonrisa apenas esbozada, el encogimiento sarcástico de hombros y el humor negro. Olvídese de la esperanza, de la anestesia proporcionada por el calor del establo, del tufillo reconocible y cómodo del chumino cotidiano, de la tontuna muelle que tantos y tantos persiguen con ahinco.

Déjese de tonterías acerca de las canas, las arrugas y demás, aquí no hay lugar para las cremitas y las depilaciones ni para perseguir tontas ilusiones de juventud. Usted hace deporte, es un hombre de temple al practicar el submarinismo, siga por esa vía y se sorprenderá de lo que pueden hacer un poco de tenacidad y disciplina.

Y, sobre todo, no se le ocurra escuchar cantos de sirena, no deje lugar a la flaqueza de esas tentaciones que luego le producirán infinito arrepentimiento y sobre todo inabarcable aburrimiento. La vida "deseable" tal como nos la pintan no es sino elegir entre Caribdis y Caribdis, pasando por ese estrecho no hay opción a salvar ni buque ni tripulación.
 
Lo siento mucho si alguien ha entendido que pretendía hacer un desprecio por llamarlo depresión porque no era mi intención. No soy de los que se burlan de las enfermedades mentales y hablaba de buena fe y haciéndome cargo del enorme problema que padece Stavgorin.

No es lucidez y mucho menos es un don algo que nos mata por dentro. Nadie se siente afortunado ni especial por ser asmático, ciego o tullido. Estaremos de acuerdo en que la enfermedad física es una merma de nuestras capacidades, nunca un don. Lo que hace tan terribles las enfermedades mentales es nuestra tendencia a enamorarnos de ellas. Nos matan por dentro, nos hacen desdichados y terriblemente infelices pero las amamos porque nos hacen especiales. Todo el mundo es estúpido y está contra nosotros porque son ignorantes y carecen de nuestra extraordinaria sensibilidad.
El deprimido se reconforta burlándose de la felicidad y de las ambiciones de los demás para sentirse superior. Pero no es clarividencia sino locura, el resultado combinado de problemas neuronales con un hábitos mentales destructivos, sin que se sepa muy bien cómo funciona esa mezcla.


Cachondo Mental rebuznó:
Si la depresión la curasen las putas pues tendría sentido ir...en vez de meterse en psicoterapias y psicólogos de esos.

Lo que pasa es que es difícil que una tía que le tengas que pagar por follar te pueda curar la depre (aunque puede ocurrir dicho milagro).

Más bien, al revés: cuando no tienes depresión es cuando estás en condiciones de irte de putas.

Aunque el sexo sea un hábito muy recomendable creo que es mucho más eficaz para prevenir que para arreglar la depresión. Quede claro, que no fue la depresión lo que me llevó a los brazos de las meretrices.
 
salga usted de la espiral en qué se ha metido de esta manera:

1. identifique cuáles son los rasgos de su personalidad que le influyen hasta el punto de comportarse así.

2. identifique también los momentos en los que su impulso le lleve a actuar de esa manera y, si puede, párese y piense el por qué de su conducta.

3. cambie su "modus operandi" por otro que sea más sano, encuentre estrategias y nuevas conductas que de verdad le ayuden, aunque eso le cueste mucho más esfuerzo que seguir metido en ese pozo.

4. aprenda de los errores y márquese metas que pueda ir consiguiendo a corto plazo para mantener la ilusión

5. felicidaz

6.
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