Elmer Batters
Veterano
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- 16 May 2009
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Buenas noches, hermanos, y que dios nos coja confesados.
Hace cosa de un año conocí a una señorita que luego resultó ser señora, con la cual tuve amores hasta que el hijo de puta de su marido se enteró y me llamó por teléfono diciéndome de todo menos guapo.
La torda en cuestión es extranjera, casi no haría falta ni que lo diga, y su señor esposo andaba por tierras de ultramar cuando conocí a su señora. Por esas cosas que pasan, y porque había un churumbel de por medio, esta familia ejemplar se reagrupó, el notas se vino para acá con el bebesito y quizás ahora estén felices y comiendo perdices; no lo sé, porque a mi amada no la he vuelto a ver el pelo desde entonces.
El caso es que antes de reunirse con su marido nos despedimos con gran emotividad. Me dijo esta mala mujer que las cosas con su cónyuge andaban nada más que regular desde hacía años, pero que las circusntancias mandaban y que se lo iba a traer para acá.
-Vas a volver con él o qué.
-No lo se, niño.
-¿Me quieres?
-Si.
-Me vas a llamar o algo?
-Si.
-Y cuándo.
-Cuando sea oportuno.
-Yo creo que tú me olvidarás.
-Ojalá pudiera.
-Ay, qué tia.
-ji ji.
Es moza muy tímida y de nula iniciativa y se la notaba que estaba en un dilema muy gordo. Sufría la pobre. Permanecimos en contacto telefonico una temporadita hasta que el malparido ese me pilló un sms en su móvil, me llamó y se puso a despotricar. Desde ese día, silencio absoluto.
Como ésto no puede seguir así, he decidido buscarla. No hace torero que el marido se rebote y yo me retire así sin más y por las buenas, me parece de cobardes.
Tengo sustitutas que la superan en carácter, en disponibilidad y en región glútea. Sé que con ella no hay futuro y que no me conviene, pero no encuentro la manera de pasar por alto el agravio del que fuí objeto. Es una cuestión de honor que debe ser resuelta.
Se agradecería algún consejo de los especialistas. ¿Cómo me presento? ¿Manso cual borrego? ¿descarado y tunante? ¿la presento mis respetos por teléfono o me hago el encontradizo?.
Opinen, opinen. No se inhiban.
Hace cosa de un año conocí a una señorita que luego resultó ser señora, con la cual tuve amores hasta que el hijo de puta de su marido se enteró y me llamó por teléfono diciéndome de todo menos guapo.
La torda en cuestión es extranjera, casi no haría falta ni que lo diga, y su señor esposo andaba por tierras de ultramar cuando conocí a su señora. Por esas cosas que pasan, y porque había un churumbel de por medio, esta familia ejemplar se reagrupó, el notas se vino para acá con el bebesito y quizás ahora estén felices y comiendo perdices; no lo sé, porque a mi amada no la he vuelto a ver el pelo desde entonces.
El caso es que antes de reunirse con su marido nos despedimos con gran emotividad. Me dijo esta mala mujer que las cosas con su cónyuge andaban nada más que regular desde hacía años, pero que las circusntancias mandaban y que se lo iba a traer para acá.
-Vas a volver con él o qué.
-No lo se, niño.
-¿Me quieres?
-Si.
-Me vas a llamar o algo?
-Si.
-Y cuándo.
-Cuando sea oportuno.
-Yo creo que tú me olvidarás.
-Ojalá pudiera.
-Ay, qué tia.
-ji ji.
Es moza muy tímida y de nula iniciativa y se la notaba que estaba en un dilema muy gordo. Sufría la pobre. Permanecimos en contacto telefonico una temporadita hasta que el malparido ese me pilló un sms en su móvil, me llamó y se puso a despotricar. Desde ese día, silencio absoluto.
Como ésto no puede seguir así, he decidido buscarla. No hace torero que el marido se rebote y yo me retire así sin más y por las buenas, me parece de cobardes.
Tengo sustitutas que la superan en carácter, en disponibilidad y en región glútea. Sé que con ella no hay futuro y que no me conviene, pero no encuentro la manera de pasar por alto el agravio del que fuí objeto. Es una cuestión de honor que debe ser resuelta.
Se agradecería algún consejo de los especialistas. ¿Cómo me presento? ¿Manso cual borrego? ¿descarado y tunante? ¿la presento mis respetos por teléfono o me hago el encontradizo?.
Opinen, opinen. No se inhiban.