Pues podría estar bien, pero me pido de los últimos que ahora ando a tres bandas y renovando banquillo, esto de la nueva normalidad se ha resuelto en mi caso con la libido a niveles estratosféricos y echando el veneno alternándolas, a veces he dejado en su casa a una para acudir directamente a casa de otra.
Por cierto, he hecho un experimento. Dos de ellas son más bien cortadas en público. A las tres les he dicho de ir a la playa, cada día una. Pero con una condición, llevarán un bikini tanga muy sucinto que yo les regalo. El mismo modelo para las tres. Al principio las tres ponían algún pero, sobre todo cuando les he dicho que sujetador tampoco van a llevar. Dos se negaban y yo les decía que no me gustan mujeres pudorosas y que el regalo aunque lo lleven ellas me lo hago a mí, contemplarlas casi desnudas en público. Al final de la jugada las tres me han dado la talla que usan y han prometido ponérselo pese a que especialmente una es muy cortada.
Pienso ir tres días seguidos a la misma playa y cada día con una, y llevarlas al mismo chiringuito. No me sorprende, pero es flipante lo que les gusta plegarse cuando se les habla de modo firme. A las tres nunca les he sugerido quedar, siempre pongo una fecha y doy por hecho que han de estar disponibles, y las tías lo jodido es que se mueven para poder acudir incluso abortando otros planes. Dos de ellas con estudios superiores, no son ningunas analfabetas precisamente.