Paranoya

TeuFeL

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13 Jul 2003
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Mario cogio un cigarrillo de la cajetilla que estaba encima de la mesa.Se quedo mirando, mientras con la mano palpaba el bolso derecho de su pantalon en busca de un mechero.Elena estaba al otro lado del bar, y charlaba ajena a las miradas que Mario le dirigia.

Cuando el bar comenzaba a tener menos gente y Mario mas cervezas en el cuerpo, este se animo.Se levanto de la mesa, recorrio la corta distancia que los separaba con cuidado de no caerse ya que le costaba mantenerse en pie por culpa de la cerveza y se planto ante ella.

- Me llamo Mario - le dijo

Elena y sus amigas cesaron la conversacion y se centraron en Mario.Ninguna supo que decir, todas se quedaron en el silencio mas absoluto.Mario comenzo a ser consciente de que estaba quedando como un imbecil.

- He dicho que me llamo Mario - balbuceo

Pero ninguna dijo nada, todas las chicas seguian mirandole sin decir nada, hasta que una de ellas logro articular una frase

- ¿Has probado ha guardarte la polla? - logro por fin replicar una de las chicas.

Mario se habia estado tocando incosncientemente mientras observaba a Elena desde su mesa, sin llegar a se consciente de que se habia sacado la polla fuera del pantalon, sumando a esto que cuando se levanto debido al efecto de las cervezas no notaba que todo el bar le miraba.

Se palpo la polla y efectivamente esta estaba fuera de su pantalon.Reflexiono durante unos segundos y volvio a hablar.

- ¿Quieres un poco? - le dijo a la chica que le habia hablado, mientras sujetaba su polla.

Cuando Mario desperto, habia un hombre de chaleco anaranjado a su lado, en el cual rezaba en una pequeña etiqueta "SAMUR".Intento incorporarse pero notaba que algo le oprimia en el trasero.

El enfermero le sugerio que se recostase y le conto que tenia alojado en el ano una botella de cerveza Heineken y una brecha en la cabeza producida por la misma botella antes de ir a parar a su "nuevo" hogar.

Dias despues, tras salir de Hospital, Mario le hecho cojones y volvio al mismo bar.Se sento en la mesa de siempre, consciente de que la gente le observaba de reojo mientras murmuraba sobre algo sobre una Heineken.

Llamo al camarero y le pidio 15 cervezas.Este se quedo bastante sorprendido y se las trajo.

Tras beberlas, se levanto de su mesa y se acerco al mismo grupo de chicas del pasado fin de semana.Cuando estaba delante de ellas, las miro y les dijo:

- Otra vez.

Moraleja: "Cuando el rio suena, buena sombra te cobija".

P.D.1 Paranoya escrita a las 7 de la mañana y de un tiron. No me pidais explicaciones.

P.D.2 Al P.D.1 me remito.

P.D.3 Adios
 
Tú querías que te autoporculizaran las chavalas esas, eh Mario?? Pero tío, no haberles sugerido la botella de Heineken... :lol: :lol: :lol:
 
Como leyenda urbana esta buena.

Art. :evil: :evil:
 
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