Una de las cosas que siempre me ha echado atrás a la hora de leer libros largos es que el autor no se centre en la historia principal y empiece a desvariar contando subtramas o acontecimientos que no vienen a cuento. A pesar de que la acción principal ocurre en un pequeñito pueblo de Guipúzcoa, el libro está plagado de innecesarias escenas en San Sebastián y Zaragoza, donde te describe con todo detalle cómo es la ciudad, la gente, las avenidas, las farolas, las calles, las aceras, las tiendas, los bares, las discotecas, las cabinas de teléfonos y un montón de cosas que ni aportan nada a la trama principal ni te interesan lo más mínimo. Buscando por Wikipedia cosas del autor descubrí que nació en San Sebastián y cursó sus estudios en Zaragoza. Curioso.
Esto me molesta porque el libro empezó gustándome mucho, me enganché a la trama desde la página 1, me dolió la muerte del Txato como si se tratase de un familiar mío, sentí pena por Bittori y asco por Miren. Me encantaba ver cómo su amistad había pasado a ser una rivalidad efusiva, disfrutaba capítulo tras capítulo viendo como esa relación se iba volviendo cada vez más tensa y cómo Bittori se sentía preparada para después de su exilio dar la cara y enfrentarse a la situación. Todo esto venía acompañado con unos pequeños flashbacks para entender mejor la historia de estas dos mujeres.
Ah, los flashbacks, menudo recurso.
En algún momento que no recuerdo, cuando ya ha arrancado la trama y está todo en marcha, cuando te has sumergido de lleno en la historia, por fin conoces todos los nombres de las tres generaciones de las dos familias y cuando ya estás enganchado, por algún motivo que desoconozco el autor corta de raíz la trama principal que tanto te gusta y empieza a meterte flashbacks que nada aportan a lo que estás leyendo, porque ya conoces a los personajes y quieres saber qué pasa con ellos a continuación, no qué pasó hace 20 años con ellos.
Pero no.
Empezamos con Arantxa, un flashback de lo menos 60 páginas contándote cómo conocio a su novio, su divorcio, su viaje a Mallorca con la hija, el novio alemán de la hija, el ictus en el coche, el hospital, la madre que viene a verla, el marido que viene a verla y se divorcia, la terapia, la rehabilitación, etc. Y cuando ves que acaba toda esta parte a la que el autor ha dedicado lo menos 5 capítulos te quedas diciendo: "Bueno, ya, ¿no? Volvemos a la trama prinicpal".
Pues no.
Vamos a hablarte de Xabier, de cómo estaba enamorado de Arantxa, de la pulsera, de que si es un médico solitario, de que si bebe a solas en su despacho dejando una luz encendida con la esperanza de que alguien se acerque a hablar con él, de sus sentimientos, que si le gusta la Real Sociedad y está abonado pero no va a todos los partidos. Vamos contarte todos esos detalles en, qué se yo, unos 3 capítulos. Y claro, ahora volveremos a la trama principal, ¿verdad?
Pues no.
¿Te acuerdas de Gorka, el hermano maricón de Nerea que en las 150 páginas que llevas de libro se le habrá nombrado una vez de epasada? Pues vamos a contarte que le gusta leer, sus gustos, la fotografía, que escribe poesía en Euskera, su ideología política, cómo lo atropellaron de pequeño chafándole la nariz, cómo el tio que le atropelló le regaló una tarta, cómo la familia se peleó por la tarta y más cosas. Bien, hasta aquí los flashbacks, ¿no?
Pues no.
Hablemos de Nerea, vamos a contarte todo lo que te hemos contado sobre ella pero desde su punto de vista, no desde el de su madre. Vamos a contarte otra vez cómo se fue a Zaragonza a estudiar, sus novios, sus compañeras de piso, los pisos en los que estuvo viviendo, cómo le va en la facultad y su puta madre en bicicleta.
Bien, llevamos ya una buena temporada de flashbacks, ¿podemos volver a la trama principal, por favor?
PUES NO.
Ahora te voy a contar cómo la puta de Arantxa se quedó embarazada y se fue a Londres a abortar acompañada por Nerea para que le tradujese porque Arantxa no sabía inglés. Sus sentimientos y emociones, a quién conocieron por el camino, dónde se alojaron, cómo fue el vuelo, cómo lo pasaron por Londres y lo muy amigas y confidentes que eran. Que eso ya lo habíamos dicho antes, pero venga, otra vez.
¿Podemos seguir ya con la historia prinicpal, que llevamos casi 200 páginas de flashbacks y me gustaría saber qué pasó con lo que me estabas contando al principio del libro?
Pues no lo sé, ahí me he quedado. Voy a seguir leyendo, eso sí, pero con miedo. Miedo a que al autor le dé por dedicar cuatro capítulos al gato y a contarnos cosas sobre él. miedo a que vengan otras 400 páginas de relleno y en las 20 últimas páginas se vuelva a la trama principal para completarla y cerrarla. Pero nada, ya me enganché a la historia y ahí voy a seguir hasta que la termine, no me gusta dejar cosas a medias.
Aclarar que el flashback de Joxe Mari a pesar de ser bastante largo sí lo considero necsario, aunque hay muchas cosas que se podrían haber saltado.
Cuando acabe de leer esto sé que me va a quedar un sabor de boca amargo, aunque el final sea una maravilla estaré mosqueado por todo esto que me está haciendo pasar el autor. No sé si alguien aquí ha leído "De ratones y hombres", un libro de características similares a este, pero donde el autor va al grano y es por eso que es bastante más cortito, puede ser una historia de características similares pero sin necesidad de tanta parefernalia, lo he leído varias veces y no me canso por lo directo que es a pesar de haber innumerables descrpciones de los escenarios y personajes. Este de Patria dudo que vuelva a leerlo algún día.
También he apuntado en el móvil varias palabras y expresiones en euskera que no entiendo, pero si tal ya las pregunto otro día.