Ayer desempolvé un viejo dividi en el que tengo las seis primeras películas de la saga y, como no podía ser de otra manera, empecé por la primera.
En mi opinión, le film presenta una clara división entre el mundo real y el mundo onírico.
En el mundo real se ven númerosos elementos propios de los cuentos populares, como la madrastra (representada por la madre borracha), el leñador (el padre), el lobo (Krueger) o la doncella (la prota). Así es cómo hay que entender el final, en el que la "madrastra" encierra a la "doncella" en el "castillo" con el "lobo" y esta debe vencerlo con astucia (es fundamental la victoria no a través de la fuerza que representa el antagonista, sino del ingenio que representan las trampas) y la ayuda del leñador.
En el mundo onírico la clave interpretativa es el descenso a los infiernos o el subconsciente (no inconsciente, Jark). Una detallada observación de estas partes permite ver que el protagonista del sueño siempre está en una posición elevada respecto a Krueger (una habitación en el primer piso respecto al jardín, una ventana a pie de calle respecto a la celda...), quien en alguna ocasión aparece "desde abajo" (la bañera o la cama) para arrastrar a la víctima a su mundo. Las escaleras son muy abundantes en los sueños y solo unas, que se convierten en una trampa, son tomadas en sentido ascendente para escapar de Krueger. Así mismo, los sueños siempre tienen un componente laberíntico, ya sea en espacios cerrados o abiertos, que son acotados por verjas o muros. Incide en la idea de ser un mundo de difícil comprensión, incapaz de ser abarcado racionalmente.
Ahora bien, ¿qué hay en ese infierno, qué mora en la cabeza de los jovenzuelos? El despertar sexual, como no podía ser de otra forma en una película que mama tanto de los cuentos. El enfoque tan sumamente negativo de este hecho lo atribuyo a la persistente presencia de elementos religiosos. En el primer sueño de la primera víctima, Krueger rasga una tela, representando claramente la rotura de himen. Poco antes se ve un cordero que representaba su inocencia. Más adelante nos confirman que la joven es una golfa que practica sexo con su novio.
En el caso de la protagonista, su condición de doncella, de virgen, queda mucho más patente en la relación con su novio. No solo no se acuestan sino que ella le pide que "no duerma con ella", es decir, a la vez. La obsesión de la protagonista por mantener su virginidad es lo que la mantiene con vida. Con todo, en un sueño Krueger la hiere y despierta "sangrando" (primera menstruación). Su lucha con Krueger en el mundo real simula claramente un intento de violación, del que ella sale victoriosa. Conserva intacto su honor.
Las referencias sexuales de la película son multiples, como las "zarpas de lobo" que surgen en la bañera entre las piernas, el teléfono besador o la expresión de Krueger "ahora yo soy tu novio". Krueger representa el deseo sexual exacerbado, tan común en adolescentes, que puede acabar devorado a quien lo padece.
En definitiva, la película presenta valiosas lecciones morales para los más pequeños de la casa. Se hace aconsejable su visionado en todos los cursos de preescolar de la educación pública. Artísticamente no se puede negar que es narrativa y por lo tanto literaria. Le daremos un 7 por su contenido didáctico y moral.