Hijo de la ira de Jim Thompson, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) conocido por haber escrito 1280 almas, que fracaso en vida como escritor y fue reivindicado después de muerto cuando ya no le servía de nada. Su última novela fue hijo de la ira, cargada de toda la mala leche y el rencor de su fracaso. Pero tan exagerada que es casi una parodia de la obra de Thompson.
En Nueva York de los años 60, un adolescente mulato se muda a un barrio nuevo con su madre blanca, viuda de guerra. Pronto queda claro que el chaval esta tremendamente acomplejado por ser mulato, que es un cabronazo cínico, manipulador, lleno de rencor y de ganas de hacer daño por gusto. Su señora madre tampoco se queda atrás en lo ser una hijaputa y usar todos lo medios posible para manipular a los demás y putearlos, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) a su hijo.
El chaval es obsceno, cruel, insultante, zalamero, mentiroso y ladrón. De los que hacen putada y luego hace que la victima se sienta culpable y le pida perdón. Todo hemos conocido alguien así, pero no tan exagerado y ahí es donde lo estropea Thompson, demasiado exagerado, demasiadas putadas en muy poco tiempo. Llevo el 25% del libro que apenas comprende el primer día de clase de instituto, ya ha semi desnudado a su madre delante del director como si fuera un descuido, chuleado a la profesora de matemáticas, pelearse con el malote del instituto, quedar para follar con un chica que acaba de conocer a base de hacerla sentirse culpable, y cortejar a otra a base de insultos, obscenidades, disculpas melosas, discursos poéticos y más insultos...
La madre por su parte ha dado permiso por escrito para que se le apliquen castigos corporales al hijo y después, de forma sibilina, a provocado una situación para cagarle la culpa ala chaval y que se lleve unas cuantas hostias a manos del director.