MarXito rebuznó:
¿Desde cuando era un mal sistema educativo, según su parecer? Cuando yo acabé el COU (no se si sabrá lo que es), las tasas de fracaso escolar eran mínimas.
Vamos, que yo estoy entendiendo de esa afirmación que la culpa de todo es de Franco.
Ojo, que en España el número de titulados superiores no tiene nada que envidiar al resto de Europa (buscaré datos y editaré). Pero significa eso que tales titulados son aptos para la vida laboral o para la vida social (en el sentido más amplio de la expresión)?
Y deje a patascortas tranquilo, que ya tiene un hilillo por ahí. Mucho más de lo que merece.
MarXito rebuznó:
Pues tendrá el Estado entonces la obligación de corregir ese comportamiento con las herramientas que considere necesarias, ¿no?
El estado está castrado por el capital. Poco puede hacer sino obedecer. Y al capital le interesa mucho la mala educación de la plebe.
MarXito rebuznó:
Autoridad, a secas. La moral que la enseñen en la Iglesia o en la Sinagoga.
La moral de ser un hombre y no un gusano, nada tiene que ver con los templos. Allí los hombres (algunos), aprenden a hablar consigo mismos con la excusa de hablar con un dios.
Los valores humanos relacionados con la inteligencia emocional (como bien apunta El Duque), deben salir de la escuela. Y de casa, claro. Pero para llegar a casa, han de salir de algún sitio antes.
MarXito rebuznó:
Los docentes no inspiran miedo porque se les han quitado sus dos armas principales:
Primero, el suspenso, que antes significaba un verdadero putadón y perder un año de estudio y que ahora solamente conlleva una colleja paternal y un "pasa usted de curso igualmente, no sea que se nos vaya a traumatizar" por parte de la Junta de Evaluación.
Desconozco esto. ¿ya no repite curso la gente? ¿Qué pasa? ¿Que los padres defienden siempre a su hijo? ¿Quién educó a los padres? ¿Bajo qué preceptos? Hijos de puta hijos de hijos de puta. Y habrá más.
MarXito rebuznó:
Segundo, el castigo, ya sea físico o de otra índole, pues no se puede castigar a un alumno ya que se le produce un daño, sea físico o psicológico, que le puede traumatizar y que, en una sociedad moderna como la nuestra, es intolerable (me cago en todos los putos progres perroflautas que piensan cosas como esta).
Creo que educar basándose en estímulos negativos es contraproducente. Y en cualquier caso, si éstos debieran aplicarse (siempre excepcionalmente, y no como base sistemática), deberían ser los padres los que tomen cartas, nunca un educador a sueldo. Eso, reconozcámoslo, siempre ha sido refugio de satirillos, pedobears y sádicos reprimidos.
A mí los salesianos nunca me tocaron un pelo (supongo que mi padre les aleccionó al respecto), pero yo he visto cosas raras. Caras de éxtasis al golpear a un niño de 9 años. Lo siento, no tengo fotos.
MarXito rebuznó:
Yo abogo por restaurar ambas, y así el respeto volverá a las aulas. Un respeto infundado por el miedo, sí, pero respeto a fin de cuentas. Para infundir respeto por admiración ya tenemos a los superhéroes de los cómics o a Leónidas I, Rey de Esparta.
Yo abogo por reconvertir las escuelas en templos de monjes shaolin, donde la disciplina es férrea, y la educación alcanza el corazón del alumno a la vez que su intelecto.
MarXito rebuznó:
Pues yo prefiero seguir protestando cual hijoputa esquizofrénico antes que ahogarme en esta marabunta de desgraciados conformistas.
Aprenderá usted a nadar. Quizá hasta yo tenga que aprender. Mondo di merda.