Misógino Empedernido rebuznó:
¿o acaso alguno cree que la base de la relación de sus padres es el sexo? ¿Y la de sus abuelos?
Claro que no. La base de ese segundo grupo de relaciones es: miedo a estar solo, incapacidad de mantenerse feliz estando solo por falta de inteligencia/aficiones/objetivos, incapacidad de obtener otra pareja, borreguismo por imitación, borreguismo por educación, costumbrismo, conformismo, miedo al cambio, incapacidad siquiera de sentarse a pensar qué es lo que uno quiere en la vida, incapacidad de progreso alguno, deseo/necesidad de que alguien le haga caso.
Una maravilla el hamor.
Casi tan triste como lo que mantiene el hamor del primer grupo: deseo de follar, miedo a que a tu novia se la meta otro, miedo a que tu novia te deje y luego se la meta otro, las ganas de follarte a tu novia multiplicadas cuando tu novia te deja "que es cuando descubres lo mucho que la quieres", los ocho primeros puntos que cité en el grupo anterior, y en algunos machoalfas el tener a una mujer que te ría las gracias, que te admire, etc.
A mí me separa algo del 99.9% de gente, y es mi capacidad de ser sincero conmigo mismo. Yo estuve con diez mujeres más de dos meses cada una, todas guapas, o con buenos cuerpos, etc., y a ninguna la quise pero ni de lejos. Conocí a cientos de mujeres en la Universidad, a miles de mujeres en redes sociales, e idem.
Que yo llorara cuando me dejaban, que yo les dijese mil veces que las quería, es una cosa. Que yo las quisiera, es otra muy diferente.
INCLUSO, que yo creía que las quería es una cosa, y que yo LAS QUISIERA es otra muy diferente.
Un ser -una mujer o un animal o un hijo- sólo puede enamorar a otro ser a base de cualidades y actos queribles.
En veinte años de vida sociosexual consciente jamás he conocido a una mujer que estuviera ni siquiera lejos de ser querible, ni tampoco por los actos que cometían con sus parejas.
El hamor es una pantomima, una estafa social. Como la de la Educación: tener a los alumnos memorizando tochos de folios para que a las dos semanas no pudieran sacar ni la mitad de la nota que sacaron en el examen. Es decir, que no aprenden un carajo. Pero es un sucedáneo. Igual que el amor.
¿La solución? Que la sociedad mejorara muchísimo: que los chavales hicieran repasos y evaluación continua, que los profesores quisieran que los alumnos aprendieran y no que ejercieran por cobrar un sueldito y unas pedazos de vacaciones por pegar tres gritos a quien le sale de los cojones, que las mujeres quisieran agradar a los hombres, que las mujeres evolucionaran hasta que las más inteligentes tuvieran la inteligencia media de un hombre, que la amistad de los demás aportara algo importante, etc. Pero como no es viable:
a engañarse.