Los pollitos hacen pio pio y los perritos guau guau. Sería estupendo poder amaestrar a un coro de pollos y enseñarles a recitar con apasionada destreza los versos de Homero como si fueran rapsodas clásicos. Les llevaría de gira por Hellas y serían coronados con el laurel entre los clamores del público de Epidauro y el teatro de Dionisio. Pero es sólo un sueño, hermoso y necesario, pero imposible. Los pollitos, tan interesantes y tan tiernos, tan desvalidos y adorables, siempre dirán pio pio aunque les alimentes con LSD o les desportilles el pico a varazos. Es su naturaleza de pollos. Les gusta escarbar en la mierda y rescatar gusanos rebozados de excrementos.
Los foreros son igual. No hacen pío pío, pero son fieles a su querencias, a sus impulsos atávicos y naturales. Los foreros, forean, postean, defecan o comparten sus más íntimas propuestas, sus anhelos, su alma obscura e inquietante. Y de todo esto resulta este sacrosanto Foro, que no puede ser otra cosa distinta que una consecuencia del proceder de sus habitantes más participativos y aclamados. De nada sirven los protocolos, no gasteis en consejos ni directrices, dejad las normas para los legisladores y los reglamentos para la Guardia Civil de Tráfico y sus libretas mágicas. Nadia atiende a constituciones cuando su corazón quiere amplios horizontes.
Pero como nada es eterno, los héroes de hoy caerán y con ellos los que les les hicieron los coros y alimentaron a la bestia. El aburrimiento o un coño donde solazarse provoca más deserciones que una lluvia de BAN. Dejad que la vida fluya, que los sucesos se concatenen, que se completen los ciclos y los estadios. Cuando yo era pequeño, la mayoría de la veces, mi madre aplicaba un remedio mágico.
-No lo toques. Eso se cura sólo
Las madres siempre tienen razón.