En lo que llevo de partida, unas 9 horas diría, me está dando la sensación de que este título es facilito -por decirlo de una manera suave-; si ya me lo parecía con el apuntado automático -típico de Rockstar- tanto de enemigos como animales, el modo
Dead Eye -que le da un plus en el aspecto audiovisual, eso sí- aumentó la sensacion pero el remate es la regeneración automática simplemente por no recibir más disparos o mordeduras de animales. Es que, joder, podrían haberlo disimulado un poquito al menos como hicieron en
The Getaway de la PS2 que requería apoyarte en una pared.
Pese a ello, me está pareciendo una experiencia deliciosa. Disfruto mucho de los trayectos a caballo por la pradera y de la ambientación de ese último bastión del salvaje oeste anclado en el Siglo XIX mientras en la otra costa la civilización con sus avances tecnológicos -tanto aviones como vehículos terrestres motorizados- entraba en el Siglo XX. Tanto es así, que después de las 9 horas, o más, que llevo en el juego no he avanzado gran cosa en la historia principal: lo último que he hecho ha sido la carrera de carretas del vende brebajes y la primera con Seth.
En uno de estos trayectos nocturnos por la pradera me volvió a aparecer una damisela pidiendo auxilio pero al ser listo como un roboc me olí la mentira así que saqué mi winchester y en ese momento aparecieron los 4 maromos exigiéndome 18$ para dajarme vivir. Me reí para mis adentros al poner el
Dead Eye avanzado -ése en el que te marca con x rojas el lugar del impacto y puedes
programar varios tiros- para automarizar 8 disparos -dos por delincuente, uno en el pecho y otro en la cabeza- y pulsar seguidamente RT con la consecuente secuencia de disparos causantes de la muerte de los forajidos que se equivacaron de
primo. La tía se puso de rodillas, me dio un dinero para comprar mi magnanimidad y soltó un rollo de que quería ser cantante, que iba a dejar esa vida para intentar vivir del artisteo; lo que no sabía es que la suerte ya estaba echada y no tardaría mucho en ver en qué consistía esta suerte particular suya:
@liachu69 es mi señor y en esta casa respetamos las leyes de la liachudinámica.
Lo que se me da regulero es lo del póquer, sólo he jugado una partida en la que intenté hacer trampas -no sé muy bien para qué ya que las cartas eran una gran mierda incluso con las trampas- pero me pillaron y lanzaron calumnias sobre mi persona, teniendo que limpiar mi nombre en la calle principal de Armadillo en un duelo. Hubo eróticos resultados:
Creo que al pobre infeliz le habría salido más a cuenta dejar las cosas como estaban en la mesa del póquer, esa noche podría haber cenado de nuevo con su familia.