semensatan
Freak
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1984 reload rebuznó:Quizás parte o todo el problema se debe a que la generación de mongolicos que nos gobierna se formo con los ideales de los intelectualillos porreros del mayo del 68 francés: libertad sexual sin pensar en las consecuencias, odio a la figura autoritaria, eliminación del respeto a la tradición y blao blao, cuando esta generación ha llegado al poder político, se ha apresurado ha aplicar las tonterías en las que creyeron de jóvenes y este es el resultado.
No creo que van por ahí los tiros.
Creo que los valores imperantes en occidente se han banalizado tanto que invitaciones a sexo como indicador de éxito social, moda que imita el look de celebridades que lo único que han hecho es reducir el sexo a una grotesca mascarada, simplificación absurda de roles sexuales, etc, están presentes en el día a día de la gente, y crean corrientes conductivas erróneas en la mentes más débiles y en las clases más ignorantes con especial incidencia sobre los más jóvenes.
No en vano los dos casos que nos ocupan han ocurrido en territorio andalook.
Hace falta educación, y educadores (que deben ser los padres), y educadores de educadores, y así sucesivamente hasta llegar a la cúspide moral de ese proceso, que hoy por hoy está podrida por la sociedad de consumo.
1984 reload rebuznó:Yo mismo nunca me lleve una hostia por parte de mis jipiosos padres y en mi época adolescente fui un hooligan de primera, aunque yo y mis amigotes no nos dedicábamos a violar niñas hicimos tantas gamberradas que no las puedo ni contar: desde volar buzones con petardos a tirarles piedras a los coches que pasaban por la carretera... una buena hostia me tendrían que haber dado.
Vuelta a la bofetada educativa ya!!
Para empezar creo que SOLO los padres deben poder educar utilizando el castigo físico. Que además nunca debe ser un fin (no debemos educar a un niño con estímulos negativos, como si fuera un perro), sino un aviso muy puntual de autoridad, toque de atención o correctivo ante una situación. Y siempre como principio de una argumentación educativa, que precisamente al haber sido precedida de violencia, ha de dejar claro el porqué de esta.
El "soplamocos y a la cama" no arregla nada.