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Que bueno, nos dejas con las ganas de ver el segundo coche. Ya mañana veré bien todos los links, que tienen muy buena pinta todo, como de costumbre con las kokistorias viajeras
Que bueno, nos dejas con las ganas de ver el segundo coche. Ya mañana veré bien todos los links, que tienen muy buena pinta todo, como de costumbre con las kokistorias viajeras
Cappuccino → con doble P y doble C, derivado de "cappuccio" [capucha] y en referencia al color marrón oscuro que tiene, igual que la túnica de los monjes de la orden de la cual toma el nombre.
El segundo día fue para los museos vaticanos. Hay que planear bien la visita porque se puede echar el día entero.
Una vez más, cogemos el metro (1,50€) para estar allí en 20 minutos.
Conjunto de edificios, galerías, jardines y monumentos, creado en su origen por el papa Julio II (1503) aportando su propia colección. A partir de ahí creció con donaciones particulares y de estados.
Un pequeño esquema de lo que se puede ver:
- Biblioteca vaticana.
- Museo Pío-Clementino.
- Museo Chiaramonti.
- Museo Gregoriano Etrusco.
- Museo Gregoriano Egipcio.
- Museo Gregoriano Profano.
- Pinacoteca.
- Capilla Nicolina.
- Aposentos Borgia.
- Estancias de Rafael.
- Capilla Sixtina.
- Museo Filatélico y Numismático.
- Etc. etc…
La entrada cuesta 16€ pero haciendo una cola de varias horas o a través de la interwec, 20€ y se entra directamente mirando con desprecio a los miles de desgraciados que esperan en fila de a dos.
Si alguien quiere audioguía, cuesta unos 7€ más 1,50€ de alquiler de auriculares si no se llevan.
Fotos de las mías, no lo típico que podéis ver por la interwec:
Entrada, a la izquierda, salida a la derecha.
El patio de la piña.
Anubis.
La forera Sekhmet.
Una vista de Roma desde una ventana.
Lo que más me gustó, las estancias de Rafael, más que la capilla sixtina. Son cuatro en total.
La escuela de Atenas. Use your illusion.
El incendio del Borgo.
Escalera Giuseppe Momo, que da salida a los museos.
Escalera desde abajo.
A media mañana recomiendo la cafetería de la planta baja. Café exquisito a 1€ y bollería muy buena a 1,50€.
Salimos a mediodía con la intención de visitar la Basílica de San Pedro pero la cola daba la vuelta a la plaza y seguía. No era momento de perder el tiempo sin saber muy buen cuándo íbamos a entrar, así que decicimos pasear mientras veíamos más cosas para volver el día siguiente a la hora de comer guiri, esperando ver menos gente.
Caminando a la orilla del Tíber llegamos al Castillo de Sant’Angelo (135 d.c.), construido como su mauseleo personal y familiar por Adriano. Lo corona una estatua del arcángel San Miguel blandiendo una espada, que conmemora una aparición vista por Gregorio I, y que significaba el fin de la peste que asedió la ciudad.
Foto de la internec.
Frente a él, se encuentra el pons Aelius.
El presidente americano Mc Kinley se construyó un mauseleo propio en escala copiando el castillo.
En el cine fue la sede de los Illuminati en Angeles y Demonios, también aparece en el juego Assassins’s Creed: Brotherhood, como sede del papa Borgia (Alejandro VI).
De ahí, fuimos hacia el Campo di Fiori (campo de flores). Durante el día es un mercado de lo más interesante para convertirse de noche en un punto de encuentro típico para comer y beber debido a la gran cantidad de restaurantes y pubs que hay alrededor.
En el centro de la plaza se encuentra la escultura a Giordano Bruno, ya que aquí fue quemado (1600) por sus teorías heliocentristas del universo, dando un paso más allá que Copérnico al afirmar que existían infinitos mundos habitados por seres inteligentes.
La comida fue en Trattoria der Pallaro (Largo del Pallaro, 15).
Un sitio de lo más curioso y de lo más recomendable. Regentado por la signora Paola y su marido, y atendiendo las mesas, el hermano gemelo y delgado de Cassano.
Hay dos opciones, y punto. Menú piccolo, 16€ o menú grande de 25€.
Nosotros, evidentemente, fuimos a por el grande. Pero no hay opciones ni a la carta. Es lo que a la signora le salga del papo. Eso sí, hasta que no acabas el plato, no te lo retiran y te ponen el siguiente:
- Ensalada de hinojos.
- Prosciutto con mozzarella de búfala.
- Lentejas.
- Rigatoni, mitad carbonara y mitad amatriciana.
- Volpetine (albóndigas).
- Ternera con patatas chips caseras.
- Cerdo.
- Salteado de espinacas.
- Revuelto de calabacín.
Todo con un par de jarras de vino blanco o tinto a elección y agua.
De postre, tarta de manzana casera y chupito de mandarina.
La ensaladera donde se hace la pasta fue para mí, como dicta la tradición, para el patriarkka, y la foto posterior con la signora apretandome la cabeza contra ella, un LOL.
He entrado de chiripa, por desgracia tengo abandonado este sucforo... más que italiana, parece alguna furgona Chevrolet de la posguerra, aunque de clásicos soy todavía más de oídas.
Yo sigo diciendo que Roma muy bien, aunque para mí, demasiado caos, ruido y gente "chunga", en comparación mismamente con el norte de italia.
Por la tarde vimos el panteón de Agripa (125 d.c.), erigido por Adriano sobre las ruinas del antiguo templo de Agripa. Conocido popularmente como La Rotonna.
La cúpula semiesférica que contiene es famosa y muy estudiada por su perfección. La primera y más grande construida de hormigón en masa y que aguanta 19 siglos y los que le queda sin reformas ni retoques, porque según estudios, podría soportar el peso de 2 y hasta casi 3 panteones más encima. Su diámetro es de 150 pies, medida de la época, 43,44m, con un occulus de 9m. en medio.
De la técnica constructiva y el adelanto a posteriores épocas que tiene mejor os lo cuenta Spawner porque hay mucho que hablar sobre esto, pero es una maravilla de la técnica.
Sirvió de base a Brunelleschi para el Doumo de Florencia, la basílica de San Pedro o muchas cúpulas en Inglaterra y USA del siglo XIX.
En una de las bocacalles de la Rotonna está La Casa del Caffé (Via degli Orfani, 84).
Lugar de culto para los cafeteros que no pueden pasarlo por alto. Acojonante la calidad, hasta tal punto que en la puerta tienen una máquina de vending para poder comprar las bolsas del café molido.
Estaba petado de gente y es una especie de coffee shop rápido: llegas, pagas en caja (costumbre italiana) y en la barra te lo bebes y te vas porque no hay mesas.
El cappuccino y el espresso a 0,90€. El latte a 1,10€ y el americano a 1,20€.
Como podeis ver, también venden de todo lo relacionado con el mundillo.
Después de la parada seguimos paseando por la zona.
Piazza Montecitorio y Palazzo que recibe su mismo nombre. Obelisco egipcio de Psamético (595 a.c.).
Piazza Colonna (columna en castellano). Por la columna de Marco Aurelio que corona una figura de San Pablo en bronce. En ella está la sede del gobierno italiano.
Fontana della Barcaccia (Bernini, 1627). Según la leyenda, por la llegada de un barco a la plaza en la inundación del Tíber de 1598.
Piazza di Spagna.
Toma su nombre del Palazzo di Spagna, sede de la primera embajada (la española, claro) instalada en la ciudad.
La escalinata tiene 135 escalones y está decorada con parterres de flores. Arriba del todo está la Iglesia de la Trinità dei Monti (1519). Tiene dos relojes, uno con la hora de Roma y otro con la de París, por ser de los piadosos franceses instalados allí.
Por la noche bastantes tiendas siguen abiertas así que también es buen momento para comprar souvenirs. Yo, que soy también fan de los imanes perrinos, aproveché para pillar unos cuantos a 1€, porque si vas a lo loco te puedes encontrar una clavada por los típicos que todo el mundo tiene. Y yo soy más de buscar lo original, y los que no veo por ningún lado más.
Con tanto paseo, decidimos cenar en el apartamento y dedicar la noche a beber y charlar para descansar un poco porque el segundo día ya se notan los kilómetros en las piernas. Pillamos litroni de Peroni, que en realidad eran de 70 o 75cl a 1,29€ en nuestro Conad de confianza, que viendo lo que cobran en la calle por birra media, fue un chollazo.
A ver si rescato alguna foto LOL que hice en Roma.
¿Visitaste catacumbas? A mí fue de lo que más me gustó, esa paz, ese aura, ese fresco... (creed a Curro en lo de la siesta en la cueva).
A ver si rescato alguna foto LOL que hice en Roma.
¿Visitaste catacumbas? A mí fue de lo que más me gustó, esa paz, ese aura, ese fresco... (creed a Curro en lo de la siesta en la cueva).
A ver si rescato alguna foto LOL que hice en Roma.
¿Visitaste catacumbas? A mí fue de lo que más me gustó, esa paz, ese aura, ese fresco... (creed a Curro en lo de la siesta en la cueva).
La primera vez que fuí, allá por 2007 visité las de San Calixto y San Sebastian, recomendables sin duda, pero si tenéis tiempo y suerte, recomiendo visitar las catacumbas o mejor dicho la necrópolis que hay debajo de la Basílica de San Pedro, son visitas guíadas para grupos muy reducidos, pero para los amantes de la historia lo que se encuentra por allá abajo es pura crema.
En nuestro caso éramos 12 personas, 8 panchos de perras con dos curas mexicanos, una pareja argentina y la parienta y servidor, el guía era un cura y yo me temía lo peor, pero todo lo contrario, te va explicando el origen del cristianismo, las primeras tumbas allí encontradas,los primeros mausoleos cristianos, las inscripciones que ponían, su modo de vida, todo ello yendo por debajo de la basílica, en salas presurizadas y te sentías como el puto Robert Langdom por allí abajo. Lo único un poco WTF fue cuando al acabar la visita llegas donde supuestamente se encontraron y todavía están los huesos de San Pedro que se pusieron ahí a rezar y a llorar pero bueno, bien merece la pena esa visita desconocida para el público.
Además al presentar las entradas te escolta la guardia Suiza, hasta la entrada, justo en el lado opuesto por donde se entra a los museos vaticanos y por donde acceden también los cardenales y embajadores, parecíamos el pequeño Nicolas.
La entrada recuerdo no era cara, 12€ x cabeza, lo que si era farragoso era como conseguirla, ya que tenías que mandar un correo al vaticano, ellos te daban un día , hora y número de cuenta, hacías el ingreso y posteriormente te confirmaban si había plazas, todo esto con varios meses de antelación.
Bueno aquí viene mejor explicado que la mierda que os estoy contando
Estamos trabajando en ellou... Ahora la pongo, pesao.
Labordeta rebuznó:
Además al presentar las entradas te escolta la guardia Suiza, hasta la entrada, justo en el lado opuesto por donde se entra a los museos vaticanos y por donde acceden también los cardenales y embajadores, parecíamos el pequeño Nicolas.
No sé si se refiere a esta entrada, pero bueno, la foto la hice por lo apuestos que salen estos tíos y todo eso... Soy un bujarra, qué le voy a hacer, no. O era justo en el otro lado, a la derecha.
qué recuerdos, el vaticano, está bien para darse una vuelta.
me parecieron muy oscuras las maderas que hay en la basílica.
mi mejor recuerdo, me tiré un pedo insonoro en el tesoro (¿o es el secreto del vaticano?) por culpa de unos frutti di mare comidos un rato antes, en un italiano pero sospechosamente con camareros chinos, por eso sería tan barato.
como la gente está concentrada en sentir las almas, ni se dieron cuenta.
Con la visita del Vaticano ya programada para el mediodía, metro a los foros y Coliseo (1,50€).
El Coliseo, originalmente llamado Anfiteatro Flavio (año 70), es Patrimonio de la Humanidad y una de las nuevas 7 maravillas del mundo moderno. Albergaba 50.000 personas en 80 filas y como todo el mundo sabe, en él se celebraron luchas de gladiadores, naumaquias (recreaciones de batallas navales) y caza de animales durante casi 6 siglos.
Desgraciadamente a lo largo del tiempo sufrió varios terremotos que lo dañaron seriamente pero, como siempre, peor fue la mano del obre, que lo fue desmantelando para construir con su piedra varias de las numeros iglesias de la ciudad. Así que lo que habitualmente vemos que falta en la estructura es más por culpa del hombre que del paso del tiempo.
Justo delante del Coliseo se encuentran varias basílicas, templos y el foro di Nerva, pero claro, en obras…
El arco de Constantino.
Así que continuamos hacia Piazza Venezia. Antes, piadina (o algo parecido) en uno de los muchos puestos ambulantes (3,50€), para ser precocinada y calentada al estante estaba muy bien. Al menos a mí me dio la vida. Después, helado de dos bolas en Angelino ai Fori (Largo Corrado Ricci, 40) 2€. Y otro sitio 5 estrellas, porque en Roma lo de los helados es como el café, muy bueno en todos sitios, o al menos en donde yo caí.
En esta avenida, Via dei Fori Imperiali, podemos ver el foro Trajano.
Al fondo, Santa María di Loreto y el monumento a Victor Manuel II.
Antes, el Campidoglio y el foro di Nerva.
Foro di Nerva
Foro di Nerva y Monumento a Victor Manuel II.
Monumento a Victor Manuel II.
Piazza Venezia.
Desde la piazza Venezia y a través de la Via del Corso llegamos a la Fontana de Trevi. Nada que decir, en obras… Bueno sí, algo impresionante en un espacio tan pequeño.
La comida fue un fallo porque ya con hambre y sin investigar mucho nos metimos en un bistro buffet libre que no nos gustó a nadie, barato (9€) pero malísimo.
De ahí, directos a la cola de la Basílica (siglo XVI), 45 minutos nada más para entrar. Durante sus más de 120 años que duró la construcción, Rafael y Miguel Angel fueron dos de sus arquitectos.
De la plaza también merece la pena la columnata de Bernini.
La fachada está coronada por 11 de los apóstoles y Cristo en medio.
Más abajo y a los lados están las estatuas de San Pedro y San Pablo. Me impresionó la puerta de entrada, conocida como Filarete, de bronce, tiene las tallas de la decapitación de San Pablo y la crucifixión de San Pedro.
Dentro destacan tantas cosas que no terminaríamos nunca. Entre todo, la Piedad de Miguel Angel y el Baldaquino de San Pedro (foto celestial).
También se pueden visitar la cúpula, las grutas, la tumba de San Pedro y la necrópolis.
Lista de papas convocados.
A la salida decidimos dar un paseo hacia el Trastévere para tomar café allí, un paseo de una hora pero por la orilla opuesta de siempre del Tíber. Y encontramos un sitio que nos gustó a todos. Caffé Settimiano. Lo curioso es que buscando la web me he encontrado que sale en el libro “Lo improbable y otras novelas” de Julián Rodríguez.
Justo al lado del arco está.
Foto de la internec.
Latte (3€), Cappucinno (2,20€) y la bollería a 2,50€.
Vuelta a casa y salida nocturna ya que era la última noche. Decidimos ir a un pub inglés típico de estudiantes. Trinity College Pub, en una bocacalle de la Via del Corso.
Al día siguiente bus a Ciampino (4€), ticket que ya compramos en El Prat, pero ojo, que hay que validarlo dentro de Termini. En este pequeño aeropuerto desayunamos y estaba tan bueno el café que me tomé dos, y porque también era el último. Pero joder, me llamó la atención que hasta en una cafetería de mierda de un aeropuerto de mierda tengan también un café de la hostia.